Las fallas de Puçol comienzan con un gran espectáculo de luz, color y fuego
La Junta Local Fallera abría una larga comitiva, continuada por las falleras mayores y presidentes de las seis fallas locales (Hostalets, Molí de Vent, Palau-La Torre, Picaio, Antiga Muralla y Camí La Mar), y cerrada por la mayoría de los falleros de Puçol. Un pasacalle conjunto que marca no solo el inicio de los actos que se extienden del 18 de febrero al 19 de marzo, sino también el ideal que preside la fiesta: la armonía, la fiesta compartida y hermandad.
El mes fallero comenzó el pasado sábado, 18 de febrero, a las 19 horas, con un pasacalle presidido por tabal i dolçaina y formado por la Junta Local Fallera y las seis fallas de la población.
Escoltados por la policía local, recorrieron las avenidas Molí de Vent y Valencia, y la calle San Juan, para finalizar en la plaza Joan de Ribera.
Y allí, frente a la puerta del ayuntamiento, al igual que en los últimos años, la crida fallera comenzó con un espectáculo de luz, color, música, humor, coreografías y fuego… desde el suelo, en la plaza Beato Ribera, hasta el cielo, con un brillante castillo de fuegos artificiales lanzado desde la terraza del ayuntamiento.
Los falleros y el público, que llenaban gran parte de la plaza, quedaron sorprendidos por una puesta en escena extraordinaria: dos pájaros hinchables luminosos, una contorsionista, dos parejas de baile y un trío de cantantes-equilibristas… además de un misterioso personaje multicolor, cubierto de plumas o quizá pelo, que, sin pronunciar palabra logró despertar las sonrisas entre los espectadores.
«PomPom man es ese personaje multicolor y representa las formas, tamaños y estructuras del ser humano, la diversidad, y lo vemos a lo largo del espectáculo buscando, siempre está en marcha, en busca de la libertad de expresión», señala Esther Navarro, la encargada de diseñar el espectáculo a través de ALTV producciones. «Los demás artistas que aparecen en distintos escenarios son paradas en el camino de este personaje que busca la libertad: pájaros, acróbatas y bailarines de la escuela Élite de Valencia».
La idea de contactar con el equipo de Esther fue del concejal José María Esteve, responsable de las fallas: «Ya lo hicimos el año pasado, con un espectáculo en el que el fuego era el protagonista, y fue una crida inolvidable. Por eso hemos vuelto a contar con ellos, pero en esta ocasión no les dimos un guion sino que ellos se ocuparon del diseño y la puesta en escena… y han vuelto a sorprendernos».
Tras la luz y la música, turno de las palabras: las falleras mayores infantiles leyeron su invitación a disfrutar juntos de la fiesta, un mensaje en el que coincidieron las falleras mayores de las seis fallas y de la Junta Local Fallera. Mensajes breves, compartidos sobre el escenario, que sirvieron una vez más para mostrar la unión y el buen ambiente que se vive entre las distintas comisiones, el Ayuntamiento de Puçol y la Junta Local Fallera.
Precisamente el concejal de fallas y la alcaldesa Paz Carceller fueron los encargados de cerrar el turno de intervenciones sobre el escenario, con nuevos mensajes de solidaridad, participación y respeto para falleros, vecinos y visitantes.
Como colofón a una crida inolvidable, también el Himno de Valencia vino con sorpresa: fue cantado en directo por Josep Bonaque, vecino de Puçol, y acompañado de un castillo de fuegos artificiales a cargo de Pirotecnia Tomás.
Las fallas ya están aquí: prepárate para disfrutar durante un mes de la luz, el color y el fuego.