El Club Frontenis Puçol encara ya su próxima temporada para aferrarse a la Segunda División
En el año 2007, un pequeño grupo de amigos practicantes del frontenis decidieron dar un pasito más allá y fundar un club deportivo. Hoy, cerca de 25 miembros constituyen el Club Frontenis Puçol, que el pasado año se proclamó campeón de Copa y ascendió a Segunda División Valencia Norte. Y aunque la Covid-19 ha truncado esta temporada, volverán para aferrarse a esta categoría y cumplir nuevos objetivos.
«El frontenis no tiene edad, se puede practicar y competir desde muy pequeño, y también es fácil encontrarte con jugadores jubilados laboralmente, pero muy aptos para este deporte», comenta Amador Claramunt, uno de los responsables del colectivo: «Eso sí, siempre con prudencia».
Y así es el Club Frontenis Puçol, formado por cerca de 25 miembros de todas las edades. La mayoría de Puçol, pero también de localidades cercanas como Rafelbuñol, Massamagrell o Museros.
Casi la mitad de ellos compiten en la Segunda División Valencia Norte, categoría a la que lograron ascender el año pasado y en la que esperaban asentarse durante esta temporada. «Quedamos segundos de liga y campeones de Copa, y después del ascenso, el objetivo este año era estabilizarnos».
No estaban lejos de conseguirlo, tras una primera fase de temporada más que satisfactoria. «Habíamos conseguido clasificarnos para competir por el campeonato de liga y por el ascenso», explica Claramunt. Y en mitad de la segunda fase llegó la pandemia. «Nos ha cortado un poco las buenas sensaciones que teníamos en competición».
Como en el resto de ligas deportivas, «todo quedó paralizado». Y después de mucha incertidumbre, ya no hay esperanzas de poder finalizar esta temporada tan determinante para el club local. «Empezaremos directamente con la próxima», comenta el responsable, decidido a recuperar las buenas sensaciones que tenían estos últimos meses para encarar con fuera el próximo año.
Para mantener la forma física en la medida de lo posible, los integrantes del club realizaban ejercicios de mantenimiento durante el confinamiento. Claro está, cada uno en su casa... «Aunque cayó algún kilito que otro», bromea Claramunt, «pero la parte técnica es la que más ha sufrido la inactividad».
Desde que el Polideportivo Municipal reabrió sus puertas tras los meses de confinamiento, los frontenistas locales han podido retomar los entrenamientos en la que viene siendo la segunda casa para muchos de ellos... «Para nosotros lo es todo, ya que es un deporte que no se puede practicar en otros espacios», explica José Manuel Roig, otro de los responsables del club.
El colectivo asegura sentirse muy agradecido con el Ayuntamiento y trabajadores del Polideportivo «por las facilidades que nos dan para la ocupación de las pistas, siempre que lo solicitamos o lo requiere la competición».
Aunque solo una de las cuatro pistas de frontenis —la número dos— cuenta con rebote a 30 metros, una característica necesaria para poder competir legalmente en ella. Por ello, los responsables del club esperan que se pueda añadir este elemento a la pista número 1 próximamente.
«Así podríamos tener dos frontones homologados en distinta orientación —importante debido al sol—, y solicitar que se jugaran finales de las competiciones en nuestro pueblo». Algo que, según los miembros del club, «seguro daría un impulso a un deporte minoritario como el frontenis, que necesita más ayuda para darse a conocer y que más personas puedan disfrutarlo».
De momento las competiciones deberán esperar... Al menos, hasta la próxima temporada. Pero mientras tanto, los integrantes del Club Frontenis Puçol estarán al pie del cañón, entrenando raqueta en mano para aproximarse a los nuevos objetivos y, sobre todo, disfrutando de su deporte.