Un proyecto de PLAN subvencionado por la Generalitat Valenciana reduce el fracaso escolar en un 60% en escuelas de Nicaragua
En junio de 2009, antes de comenzar el proyecto, 74.000 niños y niñas de estos cinco municipios no asistían a clase. En cuanto a los que sí acudían a la escuela regularmente, sólo el 30% acababa la educación primaria y, de estos, apenas el 42% lo hacía en los seis años establecidos. Este proyecto ha supuesto una reducción del fracaso escolar hasta situarse en un 10%.
“El éxito de este proyecto se debe al trabajo a tres niveles. En primer lugar, la participación infantil ya que los menores, reunidos en gabinetes de estudiantes, se encargan de dar clases de apoyo a sus compañeros y de convencer a los padres de estos en caso de que no les permitan ir al colegio. Con los docentes se trata de desnormalizar la violencia verbal y de mejorar sus técnicas de enseñanza. Por último, el consejo escolar y, sobre todo, los propios estudiantes, se ocupan de hacer ver a los padres la importancia de que sus hijos reciban una educación”, explica Jose Antonio García, director de programas de PLAN en España.
A través de los gabinetes de estudiantes, se ha reforzado el estudio de los alumnos y mejorar el rendimiento académico. Desde dichos gabinetes, los estudiantes participan en la toma de decisiones, toman conciencia de su importancia dentro del proceso educativo y ayudan con los deberes a otros niños y niñas con dificultades de aprendizaje. Para ser miembro de uno de estos gabinetes de estudiantes, los niños y niñas, de entre 6 y 9 años, deben presentar sus propuestas que son elegidas por sus propios compañeros.
Por otro lado, también se han creado consejos de padres para apoyar a los progenitores en su tarea educativa.
Uno de estos 82 centros escolares es la escuela de educación primaria Miguel Larreynaga situada en el departamento de Madriz, donde el proyecto ha influido muy positivamente y la mejora de la calidad educativa es claramente palpable. “134 niños y niñas empezaron el curso en la escuela Miguel Larreynaga y lo aprobaron 135. Hasta este menor que comenzó a ir a clase una vez avanzado el curso logró terminarlo con éxito gracias al apoyo de los gabinetes estudiantiles”, cuenta Luis Manuel Mendoza, coordinador de este proyecto de PLAN Nicaragua y la Generalitat Valenciana.
En esta escuela, como en las demás donde se está desarrollando el proyecto, conseguir la equidad de género, lo mismo que busca “Por ser niñas”, una de las tres campañas internacionales de PLAN, es otro de los objetivos. “En primer grado aprobó el 100% de los alumnos, de los cuales el 66% eran niñas y de los 12 candidatos a formar parte del gabinete estudiantil, nueve eran también niñas. Antes las menores eran minoría pues eran las primeras que salían de la escuela para dedicarse a las tareas domésticas pero ahora las cosas están cambiando”, explica Mendoza.
Los propios miembros de los gabinetes de estudiantes junto con el consejo escolar tienen mucho que ver en esta incorporación de las niñas a la escuela y en la consecución de un 95% de asistencia escolar, una cifra que asciende hasta el 100% en colegios como el de Miguel Larreynaga. Cuando un niño no asiste a la escuela son sus propios compañeros que forman parte del gabinete, acompañados de algún miembro del consejo escolar, quienes van a visitar a sus padres a su casa para convencerles de la importancia de que su hijo continúe con sus estudios.
El proyecto también se ha centrado en la formación de profesores, miembros de la comunidad y autoridades locales en materia de derechos de la infancia, protección y apoyo psicosocial así como en el diseño de planes de gestión de riesgos enfocados en la niñez y en sus necesidades específicas. También ha mejorado las infraestructuras de las escuelas y dotado de material escolar y deportivo a los niños y niñas para cubrir sus necesidades educativas.
PLAN en Nicaragua. PLAN trabaja, desde 1994, en 6 de los 15 departamentos de Nicaragua. Sus programas, centrados en la salud infantil, educación de calidad y seguridad económica, apoyan y benefician a más de 30.000 niños y niñas, e indirectamente a sus familias y comunidades.