Un procedimiento endoscópico permite reparar de manera ambulatoria las diástasis de rectos sin dejar apenas cicatrices
La reparación endoscópica preaponeurótica (REPA) es una cirugía mínimamente invasiva que combina la posibilidad de actuar sobre toda la línea alba desde el pubis hasta el esternón
La diástasis abdominal o de rectos es un trastorno de la pared abdominal que se produce como consecuencia de un estiramiento de la membrana que une los dos músculos rectos del centro del abdomen. Lo que origina una deformidad a lo largo de la línea que va desde el pecho hasta el pubis, pasando por el ombligo. Esta deformidad se muestra como un hundimiento con el paciente tumbado y el abdomen relajado y como un abombamiento cuando se realiza fuerza con el abdomen.
¿Qué dolores produce la diástasis abdominal?
El principal síntoma de la diástasis abdominal es la deformidad, pero se puede acompañar de otros problemas como: dolor lumbar y pélvico, estreñimiento, disminución de fuerza abdominal, empeoramiento del estado físico y pérdida de calidad de vida en general. Para el doctor Antonio Barrasa, cirujano general y del aparato digestivo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “el principal problema de la diástasis de los rectos, aparte del trastorno estético, es la alteración en la forma que los músculos abdominales hacen fuerza. Por esta razón, los pacientes con diástasis de rectos tienen más tendencia a tener problemas de espalda y de suelo pélvico”.
¿Cómo se corrige la diástasis de rectos?
Cuando la diástasis no es muy grande, es decir que no existen más de 2 cm de separación entre los músculos, se consiguen importantes mejorías con tratamientos fisioterápicos basados en los ejercicios hipopresivos. Sin embargo, cuando la distancia es algo mayor, el ejercicio no consigue corregirlo, e incluso puede aumentar la diástasis al ocasionar presión sobre la membrana ya estirada. En este caso, el tratamiento debe ser quirúrgico.
Para solucionar el problema se recurre a la reparación endoscópica preaponeurótica (REPA), una cirugía mínimamente invasiva que combina la posibilidad de actuar sobre toda la línea alba desde el pubis hasta el esternón. Un procedimiento endoscópico que permite reparar las diástasis de rectos sin dejar apenas cicatrices. Cicatrices que, además, quedan ocultas en la zona de la ropa interior o en cicatrices previas como las de las cesáreas. “Se comienza separando la piel y el tejido graso por encima de los músculos del abdomen y de la membrana estirada. Luego se sutura dicha membrana haciendo que se junten los músculos abdominales y se refuerza con una malla”, explica el cirujano.
Las ventajas de esta intervención son múltiples: práctica invisibilidad de cicatrices (al realizarse sobre una cicatriz previa o bajo la ropa interior); corrección simultánea de hernias que se hayan podido producir, especialmente frecuentes en estos pacientes (sobre todo las umbilicales) y breve estancia hospitalaria. “Además, -afirma el especialista-, se trata de una intervención muy segura ya que las complicaciones que normalmente pueden aparecer como seromas, hematomas o infección de herida, pueden producir un alargamiento de la curación pero no ponen en riesgo la vida ni ocasionan importantes secuelas. También cabe señalar que existe muy baja tasa de recurrencias, al complementar la reparación con una malla. Este tipo de mallas lleva utilizándose más de 35 años con escasos problemas de tolerancia y es completamente compatible con futuros embarazos”.
Valoración quirúrgica
En el diseño y la programación del tratamiento quirúrgico se deben tener en cuanta varios factores. Según el doctor Barrasa, “Hay que valorar en primer lugar, el riesgo quirúrgico del paciente así como la existencia de hernias asociadas, ya que estas se deben corregir a la vez que la diástasis. Otro punto a tener en cuenta es la existencia de cicatrices previas en el abdomen o de un gran exceso de piel que haga recomendable su extirpación”.
Una vez realizada la valoración del paciente, existen dos opciones. “Se puede optar por cirugía abierta con incisiones grandes que permitan llegar de un extremo al otro de la diástasis o laparoscópica que son pequeñas incisiones por las que se introduce una cámara de video y el instrumental que nos va a permitir arreglar la diástasis”, afirma el especialista.