Ponce: “La dimisión de la gerente de FGV no la libra de sus responsabilidades”
Después de nueve años en el cargo y sucesivas demandas de dimisión y cese por parte de Compromís, la gerente de FGV, Marisa Gracia, ha presentado su dimisión en el Consejo de Administración que se celebró ayer con motivo del ERE anunciado por la empresa pública.
Desde el accidente ocurrido en la línea 1 del metro, el 3 de julio de 2006, Compromís ha llevado a cabo varias iniciativas para esclarecer un de las gestiones más oscuridades y siniestras del PP y que todavía está pendiente de responsables técnicos y políticos.
El que fue uno de los episodios más trágicos del país en los últimos años, “se convirtió en un circo de mentiras obscenas, realidades ficticias y compra de silencios. Tanto es así que todavía hoy la asociación de víctimas continúa manifestándose periódicamente y varios medios de comunicación a nivel estatal continúan denunciando los claroscuros de uno de los capítulos más vergonzosos de la gestión del PP en el País Valenciano” ha dicho el diputado de Compromís en las Cortes, Juan Ponce.
El anuncio de dimisión que tuvo lugar en plena reunión del Consejo de Administración de FGV para anunciar un ERE recientemente, según Ponce, “llega tarde y con el mismo oscurantismo que todos los procesos delicados por los cuales ha pasado la empresa: desde la comisión de investigación que resultó ser una farsa total; hasta la configuración de una directiva injustamente sobredimensionada”.
Según Ponce, “no podemos olvidar que Gracia organizó una comilona en una marisquería de Picanya para celebrar el triunfo de la mentira, de la falsedad, de la humillación a las víctimas del accidente del Metro y de sus familiares, y esto, es totalmente imperdonable para nosotros. No olvidaremos a Gracia por esas acciones, como tampoco podemos olvidar que los presidentes que han permitido que Gracia fuera la gerente, Camps y Fabra, han demostrado una falta total de humanidad, por un lado, y de grande debilidad por otro”.
Además, desde Compromís consideran que el ex gerente de la FGV, “no es ni será ningún referente positivo para el sector ferroviario público por más que lo diga la señora Bonig ya que el ente adeuda cerca de mil millones de euros y durante el mandato de Gracia la directiva de la empresa pasó de 17 a 70 miembros. La consejera Bonig después de hacer esas declaraciones, lo primero que tendría que hacer es pedir disculpas y rectificar por esas afirmaciones que no son otra cosa que insultantes para muchísimas familias valencianas".