POLÍTICA

Podem exige al nuevo gobierno la paralización de la ampliación de la V-21 para la protección de la huerta

ELPERIODIC.COM - 03/07/2018

La diputada de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, Rosana Pastor, ha solicitado al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez que paralice la ampliación de la V-21 a tres carriles. Pastor considera que el nuevo ejecutivo socialista debería promover un cambio de tendencia y repensar modelos que no se ajustan a los planteamientos de movilidad actuales. «El nuevo Gobierno tiene la oportunidad de revisar y paralizar una nueva infraestructura que destruirá de forma irreversible parte de la fértil Huerta valenciana, un enclave paisajístico único, característico de nuestra cultura y vital para el conjunto del área metropolitana,» ha explicado.

La diputada, que ha solicitado al Gobierno el expediente de ampliación de la V-21, participó el domingo en una concentración en los terrenos afectados, convocada por el colectivo «Per L'Horta» junto a otros miembros del partido morado, colectivos sociales y ciudadanía. Desde agosto de 2017, Podem ha llevado a cabo acciones coordinadas a nivel estatal, autonómico y municipal para solicitar que se estudien alternativas a unas actuaciones que fueron proyectadas en un momento en el que la movilidad se planificaba en base a otros parámetros, y la Huerta no contaba con figuras adecuadas de protección.

«En la actualidad las áreas metropolitanas de toda Europa trabajan por desincentivar el acceso de vehículos privados a las grandes urbes y nuestra normativa ha introducido figuras de protección del territorio que deben ser respetadas,» asegura Pastor, «no existen criterios que justifiquen la ampliación a tres carriles de la V-21 en su acceso a València, ni desde el punto de vista social, ni mediambiental, ni económico. Se trata de una actuación que pone en peligro un entorno singular de huerta periurbana, internacionalmente reconocida por su valor paisajístico, la riqueza de su ecosistema y por ser cuna de la Denominación de Origen de la Chufa de València.» En este mismo sentido el diputado Antonio Montiel presentó una iniciativa (PNL), en Les Corts y la concejala de València En Comú, María Oliver, una moción en el Ayuntamiento de la capital.

La V-21 es la autovía de acceso norte a la ciudad de Valencia y conecta en su ultimo tramo, los municipios de la huerta y el Barranco del Carraixet con la capital. Para Pastor, nacida y vecina de Alboraia, esta obra va en el sentido contrario al de las sociedades más avanzadas, que apuestan por el fomento de la movilidad colectiva.

La diputada recalca que la petición que están haciendo las autoridades municipales del área metropolitana de Valencia es inversión en transporte público. «Frente a la apuesta inteligente por modelos de futuro, esta ampliación incentiva un modelo obsoleto y altamente contaminante que provocará, a juicio de los expertos, un aumento de 'tráfico inducido' hacia la ciudad de València», ha apuntado Pastor, quien añade, «destruirá nuestro patrimonio y pondrá en peligro una de las huerta más fértiles de Europa, ademas de dejarnos desprotegidos frente a los efectos del cambio climático.»

La diputada ha podido contrastar la opinión de diversos especialistas que aseguran que la infraestructura proyectada «ocasionará un aumento de la circulación y la contaminación en este enclave, provocando mayores colapsos de tráfico a causa del efecto llamada y no se mejorará sustancialmente el tiempo de viaje, debido a que la capacidad de absorción del tráfico depende finalmente de un único semáforo. Esta ampliación además contraviene la Ley de la Huerta de València, aprobada por el Consell.»

Las obras recibieron el visto bueno del ministerio de Fomento el pasado julio y suponen una inversión, a la baja, de casi 20 millones de euros. En este tramo final, la autovía atraviesa numerosas infraestructuras previas, y su ampliación abre peligrosamente la puerta a nuevas construcciones que sellaran miles de metros de suelo fèrtil, creando además, barreres arquitectónicas que empobrecerán nuestra calidad de vida. Por todo ello, un gobierno de progreso debería escuchar las demandas de los colectivos ciudadanos y las voces expertas que aconsejan no seguir adelante con un proyecto caduco.»