OIV denuncia que el Ayuntamiento planea una escombrera junto a 1.400 chalés y situada a 500 metros del casco urbano
La OIV censura el futuro impacto ambiental sobre los vecinos del área
La planta de valorización de residuos procedentes de la construcción y la demolición se está levantando en unos terrenos de la carretera norte de la Canyà Maquiva a tan sólo unos 500 metros del propio casco urbano. Las vías de acceso presentan numerosas deficiencias, carretera estrecha, escasa visibilidad y dudosas comunicaciones con el casco urbano y el resto del término municipal.
La ubicación decidida añade, además, otros problemas como su cercanía a la urbanización de la Rascanya, una de las zonas residenciales más antiguas de la Pobla en la que se existen más de 1.400 viviendas y cerca de 4.000 habitantes. Sus propietarios utilizan, también, la misma carretera de acceso que usarán los camiones de transporte de escombros, con lo cual coincidirán vehículos domésticos con otros de grandes dimensiones. El volumen de tráfico aumentará, por tanto, sin que se hayan mejorado las comunicaciones viarias.
La OIV de la Pobla lamenta la “escasa sensibilidad” del equipo de gobierno a la hora de consensuar este proyecto con el resto de formaciones políticas, con asociaciones locales y con los núcleos residenciales próximos a la futura planta de escombros. Como colofón, el Ayuntamiento de la Pobla ha iniciado -a través de su página web- una consulta entre los vecinos para averiguar su disponibilidad a la próxima apertura de esta nave de escombros pese a que su construcción está ya muy avanzada.