El Papa recibe cartas de reclusos de Picassent a través de la Pastoral Penitenciaria valenciana

Un grupo de voluntarios y colaboradores del Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria de Valencia (SEPVAL) entregaron al Papa Francisco cartas de los internos del centro penitenciario de Picassent, para “hacer visibles a los invisibles y  darles voz ante su Santidad”, según Víctor Aguado, director del SEPVAL

En el encuentro, que tuvo lugar durante una audiencia general en el Vaticano, los miembros de SEPVAL transmitieron al Santo Padre “el gran proyecto con los excluidos de la sociedad que tiene la Iglesia valenciana en el centro `Antonio Asunción´, una de las cárceles más grandes de España, con 2.100 internos aproximadamente”. 

Las cartas, escritas por los propios internos, contienen “sus sensaciones, su proximidad a nuestro Señor cuando se sienten abandonados por el resto de la sociedad y recluidos”, en las que se manifiesta “su única esperanza en la fe en Dios, que es  el motivo que les hacer llevadera su condena, la esperanza en una segunda oportunidad, la convicción que pueden cambiar sus vidas en compañía de Jesús”, añade.

El encuentro fue concedido tras la petición de los miembros del SEPVAL, que conocedores de “la debilidad que el Papa Francisco siente por los que viven en las periferias de la sociedad, los excluidos y marginados”, solicitaron un encuentro personal para entregarle las cartas con el fin de “transmitir luego a nuestros invisibles, las palabras del Papa Francisco, su proximidad y preocupación por ellos”. 

“Parroquia de los invisibles”

Desde la pastoral penitenciaria se desarrollan tareas semanales de acompañamiento a través de diversas actividades, como castellano para extranjeros, formación religiosa, formación para recibir los sacramentos, habilidades sociales, cine y valores, idiomas, acompañamiento personal y orientación jurídica, entre otras. 

Igualmente, con la ayuda de los capellanes se realizan celebraciones litúrgicas todos los fines de semana “que nos acercan a cada uno de los presos, a los que les  aproximamos  la figura de Jesús, para hacer más llevadera su estancia en el centro”.

Además el secretariado cuenta con cuatro hogares de acogida para permisos de fin de semana y privados de libertad en su fase final de la condena en semilibertad. Tres de ellas destinadas a presos varones, con un total de 26 plazas, y otro para mujeres, con un total de 15.

Igualmente, el Punto de Orientación Penitenciaria ofrece asistencia diaria, “donde les proporcionamos herramientas para retomar de nuevo sus vidas rotas, convirtiendo en visibles a los invisibles que viven con el estigma de haber estado en prisión, que dificulta su retorno social”.