La antigua Caserna del Pebret abre sus puertas, tras su rehabilitación, en plena Sierra de Irta
Más de setenta años después desde que lo hiciese por primera vez, ha vuelto a abrir las puertas el cuartel de carabineros, la conocida como Caserna del Pebret, en el Parque Natural de la Sierra de Irta.
Pero en esta ocasión, con fines y equipamientos muy distintos a los de entonces. Desde los años cuarenta y hasta los ochenta del pasado siglo, este singular y emblemático edificio ubicado junto a la Cala del Ruso, acogió decenas de guardias civiles que se dedicaban a controlar y evitar el contrabando que proliferaba en la zona.
Ubicado en un enclave estratégico, el cuartel quedó en desuso hace ya cuatro décadas y presentaba un aspecto ruinoso.
El Ayuntamiento de Peñíscola, tras infinidad de trámites y convenios con las distintas administraciones, gracias a la inversión del Plan de Competitividad que compartía con la vecina ciudad de Benicarló, conseguía arrancar la obra de rehabilitación la pasada primavera y hoy, administraciones, entidades, colectivos y vecinos han podido ver abrir sus puertas otra vez.
Y lo han vivido con "ilusión" tal y como ha manifestado uno de los guardias civiles que, ya en los años cuarenta, cruzó la puerta del cuartel. Ramón Fernández, ya nonagenario, acompañado por el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, ha accedido hoy al que fue su lugar de residencia y trabajo hace casi ochenta años donde, "sirvió a la patria" y donde arrancó una vida que le afincó en Peñíscola hasta hoy.
Junto a ellos, la corporación municipal, la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, la Directora del Parque Natural, Aurora Quero, y el Presidente de Montes de Irta, Jaime Roca, han encabezado el grupo de asociaciones, entidades y vecinos que han asistido a esta jornada de puertas abiertas en el emblemático edificio.
Un edificio para uso social y para la puesta en valor del Parque Natural
La obra ha consolidado los muros del edificio y la reposición de la techumbre de forma parcial, en el espacio en el que en el edificio tiene dos alturas, quedando la parte más baja como un porche.
"La finalidad de esta obra era, inicialmente, prevenir la continuidad del deterioro de este inmueble que se encuentra ubicado en una de las calas naturales más emblemáticas de nuestra costa, evitando así su demolición" ha explicado el propio alcalde, apelando al "valor no sólo patrimonial sino emocional que tiene este emplazamiento para todos los vecinos y vecinas del municipio".
La creación de un "espacio de descanso y sombra en el que promocionar y divulgar las posibilidades del entorno protegido en el que se encuentra", así como "poner a disposición de las asociaciones y colectivos locales un espacio perfectamente habilitado en un enclave único" son las propuestas del ejecutivo local tras la finalización de la obra con la que se consigue "dotar de mayor y mejores servicios a los visitantes de este entorno", ha explicado Martínez.
Restauración respetuosa con la construcción original
El edificio mantiene las paredes de mampostería originales, de más de medio metro de grosor, que se han recubierto con una capa de mortero. Se conserva también alguno de los pilares de ladrillo de carga, ahora reforzados, y se han incluido estructuras de obra nueva.
Con respecto a la techumbre, se han empleado piezas de hormigón prefabricado que han facilitado la reconstrucción de la estructura interna en un emplazamiento que presenta dificultades de acceso para vehículos pesados.
Se han tenido que rehacer todos los forjados, originariamente de madera, por su mal estado de conservación y se ha asegurado toda la estructura.
Además, "el edificio es totalmente autosuficiente, cuenta con placas solares para producción de energía eléctrica, además de un generador que podría funcionar en caso de fallo de las placas o insuficiencia de energía" ha explicado el concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, durante la visita, aclarando que el edificio contará también con las infraestructuras de red necesarias a través de la red WiMAX por si fuese necesario ubicar una oficina o punto informativo en este emplazamiento.
Por su parte, el área técnica de los departamentos de Turismo y Medioambiente en el consistorio, están trabajando en el estudio de viabilidad de la solicitud del reconocimiento de ADEAC de esta emblemática cala con la Bandera Azul, tras las obras, ampliando los servicios en este entorno singular.
El Plan de Competitivitat Benicarló-Peñíscola, cuya gerencia y gestión administrativa ostentaba el Ayuntamiento de la localidad vecina, adjudicaba el pasado mes de abril la obra por un importe de 217.000€.