Los retos éticos ante los avances de la neurociencia centran el ciclo de conferencias “La democracia hoy”
La película de Neil Burger Sin Límites, en la que el protagonista, un aspirante a escritor, logra un éxito fulgurante gracias a un medicamento revolucionario -NZT- que le permite emplear el 100% de la capacidad cerebral se estrenaba en España el 8 de abril. El argumento del film aunque ficticio, no está alejado de un posible futuro en el cual el avance de las neurociencias aporta claridad sobre el modo en el que funcionamos unos seres humanos “determinados”, según algunos piensan, por un órgano -a través del cual se siente, piensa y ejecuta la conducta- como es el cerebro.
El creciente avance de las neurociencias que alcanza un gran desarrollo a inicios del siglo XXI, y que se aplica a campos tan diversos como la política, la economía, la educación o el arte, lleva a plantearse a día de hoy cuestiones éticas fundamentales tales como: ¿Deberíamos desarrollar una droga que reprimiera los recuerdos dolorosos? o ¿Es justo implantar un chip en el cerebro para mejorar la memoria ante los exámenes académicos?
El gran conocimiento que aportan las neurociencias parece quedar fuera de toda duda pero también queda evidenciada la necesidad de preguntarse por los retos éticos y políticos de la neurociencia, cuestión que da título a la conferencia.