El PSPV de Castellón se suma a la huelga mundial por el clima “porque la salud del planeta está en juego”
El secretario general en la provincia, Ernest Blanch, subraya que la sostenibilidad y la transición ecológica son principios irrenunciables
El PSPV de la provincia de Castellón ha mostrado su apoyo a la convocatoria de la huelga mundial por el clima que mañana recorrerá ciudades de todo el planeta. Los socialistas se sumarán a las diferentes manifestaciones y concentraciones que se han convocado en nuestra provincia con el apoyo de más de una veintena de entidades y animan a militantes y simpatizantes que también se unan a este movimiento ciudadano “justo y necesario para reclamar medidas más enérgicas en la lucha contra el cambio climático”.
Así lo ha anunciado el secretario general del PSPV en las comarcas de Castellón, Ernest Blanch, quien ha subrayado que los socialistas han incorporado la sostenibilidad y la transición ecológica como políticas clave en la acción de gobierno “porque la salud del planeta está en juego”.
Los socialistas hemos sumado el valor de la sostenibilidad a nuestros principios como organización; entendiendo, como se reclama, que es urgente adoptar acciones muy valientes para afrontar la emergencia climática, ha defendido Blanch. Además, el dirigente socialista ha alabado el “papel de la ciudadanía, y especialmente de los más jóvenes, en esta reivindicación mundial que necesariamente pasar por la acción local”.
La Ejecutiva Provincial Socialista aprobó hace ahora dos meses una resolución por unanimidad para promover “una revolución energética que frene la emergencia climática" e instando a todas las administraciones a “adoptar medidas que contribuyan a reducir el calentamiento global del planeta”. Previamente, los socialistas ya habían expresado su apoyo al movimiento Fridays for Future con el objetivo de “expresar el objetivo irrenunciable de combatir el cambio climático desde todos los ámbitos”.
El PSPV de Castellón reitera su respaldo a una transición hacia energías renovables que consiga “paliar los efectos del cambio climático y fomentar una eficiencia energética que generaría puestos de trabajo y reduciría los costes de la electricidad”. Algunos ejemplos del impacto climático ya son medibles: aumento de la temperatura global, subida del nivel del mar o el progresivo deshielo de las masas glaciares, como el Ártico. Pero también otros fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, grandes sequías o incendios forestales.