Podem mantiene una reunión en Fanzara con vecindario y expertos sobre la problemática rural
Artur Aparici ha explicado la despoblación como la consecuencia de políticas equivocadas que han agravado la situación: la acumulación de infraestructuras y servicios en la costa ha dejado desamparado el interior. Ahora la situación será difícil de revertir y requerirá esfuerzo e inversiones pero, sobre todo, un cambio de mirada que ya está siendo una exigencia: las personas que viven en el entorno rural tienen las mismas obligaciones que las que viven en un entorno urbano, pero no tienen los mismos derechos. Por lo tanto hay que atender esas carencias. Y lograrlo no es un privilegio ni resta nada a las personas que viven en las ciudades.
Marisa Saavedra ha presentado algunas de las alternativas socioeconómicas de PODEM: Atención Sanitaria a domicilio, garantizar el acceso a Internet en todas las poblaciones, promover un modelo de tren vertebrador -contrapuesto al AVE-, una banca pública que asegure la atención en todas las zonas, mejorar de verdad las carreteras secundarias -contraponiéndolo al rescate de autopistas privadas y redundantes- y ha recogido propuestas como, por ejemplo, organizar transporte público a demanda en los pueblos pequeños y adecuar los trámites administrativos y burocráticos a la realidad rural: si una licencia de taxi tarda meses en conseguirse, en una ciudad no se nota, pero en el mundo rural supone dejar sin servicio a toda la población.
Finalmente han visitado el pueblo con las personas que organizan el MIAU. Un proyecto artístico de arte urbano que tiene eco internacional y que reune artistas relevantes que son acogidos por el vecindario durante los días en que realizan sus obras en las paredes cedidas por la gente. Este Museo ha supuesto una transformación del pueblo, unas dinámicas sociales positivas y un aumento de actividades y visitantes. Casi 6.000 niños y niñas han visitado el pueblo, han hecho talleres de grafiti y se han acercado al arte más actual. El MIAU atrae gran cantidad de gente y genera puestos de trabajo y beneficio económico.
De todo el encuentro emerge una conclusión que PODEM hace suya: la gente rural no es diferente a la gente urbana, pero son tratados como ciudadanos de segunda porque viven en un entorno diferente que ha sido y está siendo marginado y maltratado. Trabajar por corregir este desequilibrio es un compromiso que PODEM asume.