Pañella: "La actual normativa sobre recogida de caracoles es ineficaz"

El diputado de Compromís por Castelló, Josep Maria Pañella, preguntó en su día al conseller de Agricultura "sobre un tema que podría parecer menor a mucha gente, pero que es una fuente continua de problemas para muchos agricultores. Me estoy refiriendo a la recogida indiscriminada de caracoles por personas ajenas a los campos donde los cogen".

Según ha dicho Pañella, "desde siempre, todos recordamos que, muchas veces, después de llover, mucha gente íbamos al campo "a regoger caracoles"; se trataba de una pequeña recogida, destinada al autoconsumo, y llevada a cabo de una manera respetuosa con los campos y los cultivos que pudieran haber, y que más bien ayudaba a los agricultores, por la retirada que suponía la captura de una parte de estos animalitos. Pero los últimos años han proliferado un tipo de "cazadores profesionales de caracoles", personas que se dedican a capturar estos animalillos con fines meramente comerciales, y que en su actuación no respetan nada, cargándose márgenes, aplastando plantas y destrozando todo lo que encuentran a su paso, originando graves problemas a los propietarios de estos campos".

El diputado de Compromís dice que "la respuesta del conseller no me convenció, ya que se limitaba a recordarme el decreto del 27 de enero de 2012, que lógicamente yo ya conocía, que establece un límite de un kilogramo por persona y día, para los caracoles "normales", y de 300 gramos por persona y día para las llamadas "vaquetes", que alcanzan un precio mucho más elevado en el mercado. Y dice que las personas afectadas por los posibles destrozos gozan de la protección legal, que es como decir que, cuando a una persona le roban una propiedad tiene el apoyo de la ley. ¡No faltaría más! Pero estas limitaciones, en la práctica, no sirven para defender a los propietarios agrícolas ante estos "cazadores profesionales".

Justamente por eso, ha dicho Pañella, le he preguntado al Consell "si cree suficiente la actual normativa y si no piensa hacer nada para evitar los abusos y los destrozos". Porque desde Compromís pensamos que no es admisible que el esfuerzo de un agricultor para trabajar sus campos y tratar de conseguir una buena cosecha se vea sensiblemente perjudicado por una normativa que, más allá de estas limitaciones demasiado teóricas de las cantidades a coger, no establece ninguna medida efectiva para poner freno a esta situación".