Paz Olmos inaugura la instalación de una escultura de José Esteve Edo en la Cartuja de Vall de Christ
La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, el alcalde de la localidad de Altura, Rafael Rubio, el Vicepresidente de la Diputación de Castellón, Vicente Aparisi, y el escultor José Esteve Edo, han asistido esta mañana a la presentación de la escultura que ha sido instalada en la Cartuja de Vall de Christ.
Se trata de una pieza en bronce, obra del escultor José Esteve Edo, que representa la imagen de un cartujo. Esta obra pertenece a la Generalitat y el Museo de Bellas Artes de Valencia la ha cedido en depósito a la Cartuja, dentro del programa de actuaciones que la Conselleria de Cultura está llevando a cabo para la recuperación de este emblemático conjunto monacal.
Durante la presentación, Paz Olmos ha señalado que actualmente se está trabajando en la elaboración de un plan de intervenciones en monasterios de la Comunitat Valenciana, dentro del cual se contemplarán las diferentes actuaciones que en el futuro se seguirán llevando a cabo en la Cartuja de Vall de Christ.
La inversión de la conselleria de Cultura, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, a lo largo de los últimos diez años en la Cartuja de Vall de Christ, alcanza la cifra de 341.205 €. Las distintas actuaciones se han venido desarrollado en el claustro mayor y en la capilla de San Martín.
La última intervención de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, a través de la fundación La Luz de las Imágenes, con cargo al 1% cultural que concede el Ministerio de Fomento, se destinó a la consolidación de los muros y tratamiento de fachada de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, propiedad de la Generalitat. El importe de este proyecto ascendió a 405.608 €, de los que la Consellería de Cultura aportó un 25% (135.230 €).
Historia de la Cartuja
La Cartuja de Vall de Christ se fundó a finales del siglo XIV por expreso deseo del Infante Don Martín, hijo de Pedro IV de Aragón. Según la leyenda se llamó así por el parecido existente entre el valle de Cánava, donde se sitúala cartuja, con el valle de Josafat, aparecido en sueños al infante como lugar ideal en el que habría de construir un monasterio cartujo.
En 1383 el Papa Clemente VII concede la bula de creación de la cartuja. Dos años más tarde los primeros monjes toman posesión de los terrenos, en los que tan sólo había unas masías que el infante había comprado para que sirvieran de vivienda provisional de los cartujos. Al año siguiente se inicia la construcción del llamado claustro antiguo y de la iglesia de San Martín.
En 1399 D. Martín es coronado rey de Aragón, acontecimiento del que Vall de Christ se beneficiará, pues su fundador, lejos de perder interés por esta obra, invierte en ella con renovados esfuerzos. Así, en 1.405 comienza a construirse el claustro mayor y la gran Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. La cartuja se transforma por el favor real en un importante núcleo de poder económico, cultural, religioso y político, cuya relevancia queda patente en siglos sucesivos y hasta su exclaustración definitiva en julio de 1835
En el mundo de la cultura, Vall de Christ destacó por su valiosa biblioteca, así como por acoger gran cantidad de obras de grandes artistas como Pere Nicolau, Gonzalo Peris, Jacomart, Rexach, Rodrigo de Osona, Joan de Joanes, Ribalta, Gregorio Bausá, Castañeda, Espinosa, Orrente, Vergara, Camarón y otros algunas de las cuales se conservan en la Catedral de Segorbe y en el Museo de Bellas Artes de Castellón.