Un nuevo modelo predice los riesgos para la salud pública a partir de las aguas residuales
El modelo predictivo geoespacial ha sido desarrollado por FACSA y Eurecat y se aplica a situaciones como el covid
FACSA, empresa de Grupo Gimeno especializada en la gestión del ciclo integral del agua, y el centro tecnológico Eurecat continúan innovando en el desarrollo de soluciones digitales que permitan el análisis y seguimiento epidemiológico a través del agua residual.
En concreto, FACSA ha dado un paso más en su proyecto TRACKER, plataforma de vigilancia medioambiental para la lucha contra el Covid-19 que evoluciona hacia una modalidad predictiva gracias a su colaboración con Eurecat. Las soluciones de monitorización inteligente del nuevo modelo predictivo geoespacial utilizan las aguas residuales como fuente de información para identificar cualquier cambio o incremento de la presencia de trazas de ARN del virus SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19.
Esta iniciativa resulta de especial importancia en un momento con una baja incidencia de Covid-19 en España en el que las poblaciones cuentan con concentraciones del material genético del virus muy bajas en sus aguas residuales, ya que poder mantener un nivel de vigilancia tan elevado sin tener que recurrir a métodos de detección directa supone una gran ventaja y reduce la presión sobre los sistemas de vigilancia en salud pública.
La unidad de Inteligencia Artificial Aplicada de Eurecat ha aplicado métodos de analítica de datos, basados en aprendizaje automático y detección de anomalías, para determinar la presencia del virus en las distintas áreas geográficas bajo análisis, predecir su tendencia de incidencia y detectar posibles brotes. Esto habilita la implementación de una herramienta innovadora de detección temprana dirigida a alertar a los organismos públicos, y permitir una mejor gestión de la situación para el beneficio de la población.
La plataforma digital TRACKER, que estará disponible a principios de 2022, integra junto a los datos geoespaciales, variables de interés sobre la movilidad y la sociodemografía del área de estudio, así como la meteorología de la zona. Además, proporciona información actualizada sobre la situación epidemiológica a escala local, nacional y europea. Esta iniciativa, que puede adaptarse a otros posibles riesgos para la salud pública como las resistencias antimicrobianas y otros patógenos emergentes, sitúa a FACSA a la vanguardia de la vigilancia medioambiental a partir de las aguas residuales.
FACSA puso en marcha la iniciativa TRACKER el pasado mes de abril y ha sido una de las 18 seleccionadas, de un total de 135, dentro del programa europeo de financiación INNO4COV‑19.
La convocatoria INNO4COV-19 cuenta con un presupuesto de 6.1 millones de euros y busca apoyar la comercialización de nuevos productos en Europa para combatir la Covid-19, a través del fomento de soluciones innovadoras categorizadas en cuatro grandes campos, que incluyen desde tecnologías médicas hasta soluciones de vigilancia medioambiental, siendo TRACKER el único proyecto seleccionado en la primera convocatoria.