El municipio de Castellón que suma un nuevo atractivo turístico gracias a la apertura de unos refugios antiaéreos de la Guerra Civil
Es una de los grandes joyas del catálogo del patrimonio bélico de Castellón
Decenas de personas han participado en el acto de apertura al público de los refugios antiaéreos de la Guerra Civil situados en el Barranco del Melón de Soneja, en Alto Palancia.
En el encuentro, al que han asistido el alcalde de la localidad, Benjamín Escriche, y la concejala de Memoria Democrática, Nuria Tenas; se ha presentado la reforma de este espacio que es una de los grandes joyas del catálogo del patrimonio bélico de la localidad.
La instalación es una cueva refugio en forma de U, enterrada en las proximidades de la zona oeste del municipio. La misma dispone de dos bocas de entrada, 12 metros de longitud. Cuenta con poco más de un metro de altura y medio metro de ancho, ya que se trataba de una trinchera privada excavada manualmente y que tenía como objeto protegerse del impacto de bombas o de sus ondas expansivas.
La rehabilitación se ha llevado a cabo a través de una subvención de la Generalitat Valenciana para la puesta en valor de lugares relacionados con la memoria histórica y democrática.
Los trabajos han tenido un coste cercano a los 18.000 euros, de los cuales la Generalitat Valenciana ha subvencionado de 14.326 € y el resto se ha sufragado con aportación municipal. Asimismo, las tareas han permitido la adecuación y limpieza de las trincheras para hacerlas visibles al público, así como mejorar los accesos desde el barranco mediante una escalera con estructuras de piedra en seco.
En las próximas semanas se colocarán también distintas señales y paneles informativos para los usuarios. Del mismo modo, se están llevando a cabo diferentes acciones para popularizar la zona para las visitas, como la inclusión del refugio dentro de una ruta digital georreferenciada y señalizada con los puntos más relevantes del patrimonio en la zona.