Lmrabet: «La libertad de expresión total no existe en España porque no existe en ningún país»
La Universitat Jaume I de Castellón ha acogido la conferencia de Ali Lmrabet, periodista, escritor y diplomático marroquí residente en Barcelona, aprovechando su visita a la Comunitat Valenciana para recibir el premio Veu Llibre otorgado por parte de PEN Català. Con una ponencia titulada «La lucha por la libertad de expresión desde el periodismo independiente en Marruecos», el periodista, quien fue condenado y encarcelado en su país de origen por textos publicados en su revista, ha explicado la realidad de la prensa marroquí y su contexto social y religioso, analizando la libertad de expresión y su situación actual.
Tras explicar sus vínculos con España y alguna de las investigaciones históricas que está realizando, Lmrabet ha recordado su experiencia como periodista en Marruecos: «Desde allí tenía en alta estima la prensa y la comunicación occidental, sobre todo la francesa y la americana. Sin embargo, tras salir de mi país mi estima bajó muchísimo. Especialmente en el caso de la Guerra de Irak y la prensa americana». En relación a la española, ha confesado: «Aquí también me ocurrió algo parecido. Hay algunos temas en este país que no se pueden tocar. Es difícil trabajarlos. La libertad de expresión total y completa no existe aquí en España porque no existe en ningún país».
«Cuando empecé a ejercer como periodista pensé que en Marruecos había muchas cosas que debían ser contadas. Sin ofender a nadie, sin ponerse partidarios. Solo queríamos tratar temas importantes», ha declarado el periodista, que apostilla: «Sin embargo, no pudimos. En Marruecos hay tres grandes temas que no pueden ser tratados ni analizados por la prensa: la monarquía, el conflicto del Sáhara occidental y la religión». En relación al primer tema prohibido, la monarquía, ha afirmado: «La realidad es que el presupuesto de la familia real marroquí es 27 veces más importante que el de la española. Entonces, nos preguntamos la razón por la que la comisión de finanzas del parlamento no discute el presupuesto real. Nada más. Al final tuvimos que ir a juicio».
Lmrabet ha recorrido su pasado profesional en Marruecos y ha enumerado los casos y juicios más relevantes. Entre todos ha destacado las relacionadas con los refugiados de la ONU, el conflicto del Sáhara y los de temática religiosa. En este sentido, ha remarcado: «El problema es que, resulta, que yo tengo un cerebro. Todo el mundo tiene uno. Hay muchos conflictos y circunstancias que son un sinsentido. Por ejemplo, ¿cómo justifica el rey Mohamed VI ser el califa, el sucesor de Mahoma? ¿O qué lógica tiene que Marruecos o, incluso, el propio rey, posea destilerías y un gran negocio relacionado con el alcohol si está prohibido en el islam?»
Para finalizar, tras ser preguntado sobre el racismo de occidente, Lmrabet ha concluido: «Es cierto que existe un racismo importante. Yo lo he visto en muchas ocasiones, pero he de admitir que no lo he vivido. Si hablas su lengua o te vistes como ellos, un occidental no ve al mismo inmigrante». Además, ha querido destacar que el racismo en España «no es tan terrible como lo hay en Francia, por ejemplo. Aunque es indudable que existe. Es todo debido al gran desconocimiento que hay del mundo musulmán».