Javier Marzal defiende el papel de los medios de comunicación públicos en la protección y defensa de las lenguas propias

El catedrático en Comunicación de la UJI, Javier Marzal Felici, ha defendido el importante papel que tienen que jugar los medios públicos para la protección y defensa de las lenguas propias de los diferentes territorios del Estado español durante la conferencia inaugural de la Xornada «Linguas, medios públicos e dobraxe. Perspectivas dun modelo cambiante», organizada por el Consello da Cultura Galega, la primera semana de mayo en Santiago de Compostela.

En su opinión, este papel no se deriva únicamente del cumplimiento del mandato que recoge la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, y que firmó España en 1992, «sino porque las lenguas regionales son la expresión de la diversidad y pluralidad cultural que enriquece nuestro país, representan diferentes maneras de pensar y de percibir la realidad, son esenciales para definir la identidad de los pueblos y, además, constituyen un patrimonio cultural y una fuente de riqueza económica que se tiene que valorar de manera muy especial en el contexto de la sociedad del conocimiento a la que nos tenemos que proyectar». También ha destacado el papel de las universidades valencianas en el diseño de los nuevos medios de comunicación públicos, y en la necesidad de aprender del caso valenciano para que no se vuelva a repetir un episodio así en otros territorios.

Marzal ha indicado que en territorios como Galicia, el País Vasco, Cataluña, las Islas Baleares o la Comunitat Valenciana, las lenguas regionales forman parte del corazón de las industrias culturales y creativas y, por lo tanto, son una parte muy importante de la economía del conocimiento. «Numerosos estudios sociolingüísticos y comunicativos demuestran que la supervivencia de las lenguas regionales y minoritarias no es posible sin la existencia de medios de comunicación públicos, que las convierten en sus lenguas vehiculares y sean una herramienta clave para su protección y para su normalización en el uso», ha explicado.

Durante la conferencia se refirió al caso del cierre de RTVV en 2013, paradigma de la crisis que está afectando muy profundamente a los medios de comunicación públicos, no sólo en España, sino en todo el mundo. «Pero el caso de la radiotelevisión pública valenciana- ha comentado- se tiene que relacionar con la multiplicación de la oferta de RTV con la TDT y la aparición de nuevos medios digitales; la crisis económica y financiera de 2008, que ha tenido consecuencias terribles en todo lo público; en la crisis de legitimidad de todo aquello público, y de pérdida de prestigio de los medios de comunicación públicos, que coincide con la expansión del pensamiento neoliberal en todo el mundo». Pero, sobre todo, ha explicado, «la crisis de RTVV está relacionada directamente con la transformación digital que está afectando a los medios, y el empobrecimiento de la democracia en España y, muy especialmente, en la Comunitat Valenciana, donde la inexistencia de mecanismos de control de la gestión pública, la instrumentalización política de la radiotelevisión pública y, en definitiva, donde la corrupción política ha contaminado gravemente el sistema mediático valenciano (y español), y ha provocado la desaparición temporal del servicio público de RTV, un hecho insólito al contexto internacional de la comunicación».

En un contexto de empobrecimiento del sistema de comunicación español y valenciano, donde los medios públicos han perdido su valor referencial, y donde se ha ido imponiendo un modelo dúopolístico –dominado por Atresmedia y Mediaset, que acaparan el 90% del mercado publicitario español–, Javier Marzal habló del proceso de creación de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación, y de la sociedad mercantil À Punt Mèdia. En su opinión «la creación de los nuevos medios de comunicación públicos valencianos abre un horizonte de cambio muy importante y muy positivo, no sólo para la reactivación del sector audiovisual y para las industrias culturales valencianas, sino también para el nuevo modelo comunicativo que propone, basado en la innovación, en la adopción de un modelo comunicativo transmedia, con una redacción única, y en un nuevo modelo de gobernanza, basado en la transparencia y el cumplimiento estricto de su misión como servicio público».