Investigadores de la UJI intervienen en el ermitorio de la Mare de Déu de l’Adjutori de Benlloch para resolver casi tres siglos de problemas estructurales
Casi tres siglos después de que se construyera el ermitorio de la Mare de Deu de l’Adjutori de Benlloch, el proyecto dirigido por dos profesores-investigadores del Grado de Ingeniería de Edificación de la Universitat Jaume I ha permitido solucionar los problemas estructurales de estabilidad derivados de la cimentación que llevaba arrastrando la construcción desde su construcción en 1742. Después de llevar a cabo en 2004 unas obras de reparación de emergencia en las cubiertas de la nave principal y refuerzo de la cimentación, en 2007 se redactó el proyecto de consolidación de la cúpula y cubiertas del ermitorio, cuyas obras, llevadas a cabo este año, finalizan ahora.
Para intervenir se han tenido que desmontar las cubiertas de la sacristía, de los brazos del crucero y la cúpula. Los muros se han atado superiormente y se han cosido las fisuras con barras de fibra de vidrio para evitar que sigan abriéndose. Además, se han consolidado las bóvedas y las cúpulas mediante encamisados con malla y morteros de yeso y de cal, y se han rehecho las cubiertas utilizando teja nueva en los ríos y teja vieja en las cobijas. Todo el material original que se encontraba en buen estado ha sido reutilizado, aportando elementos nuevos para sustituir las viguetas y listones de madera que estaban podridos, y los ladrillos y tejas que se encontraban disgregados.
Los trabajos han permitido profundizar en el estudio histórico del templo realizado para la redacción del proyecto. Según explica la profesora del Departamento de Ingeniería de Sistemas Industriales y de Diseño, Beatriz Sáez, “sí bien durante la realización de las obras se han detectado materiales y soluciones constructivas que evidencian intervenciones puntuales que no estaban documentadas, los problemas estructurales originales seguían estando presentes." Ahora, una vez solucionados los problemas de estabilidad que la ermita sufre, considera que “está lista para otras fases posteriores en las que, resueltos los problemas estructurales, se puedan iniciar trabajos de restauración de la decoración interior”. El proyecto, que ha contado con un presupuesto de ejecución material de 140.000 euros, fue encargado a los investigadores de la UJI Ángel Pitarch y Beatriz Sáez y al arquitecto técnico Enrique Climent por la Diputación de Castellón gracias a un convenio con la Generalitat Valenciana y el Obispado de Segorbe-Castellón.
Villahermosa, la próxima
El próximo proyecto de restauración que tienen previsto acometer estos profesores del grupo de investigación de Estudio Arquitectónico del Patrimonio y del grupo Tecnología, Calidad y Sostenibilidad en Edificación (TECASOS) es el de la iglesia de Villahermosa del Río, que se encuentra en un avanzado estado de deterioro como consecuencia de la filtración de humedades en la cúpula. Beatriz Sáez explica que, en este caso, están a la espera de que la Administración saque a concurso ejecución de las obras. En este sentido, indica que "las restauraciones del patrimonio también se están ralentizando debido a la actual situación de crisis y la reducción de inversiones”.
El grupo de investigación de Estudio Arquitectónico del Patrimonio de la UJI, desde su creación en 2007, ha colaborado en los estudios previos de la mecánica estructural de la nave central y laterales en relación al coro alto de la iglesia arciprestal de Santa Mª de Morella, en los levantamientos arquitectónicos y estudios gráficos de la torre campanario de Alcala de Xivert y en diversos informes técnicos. Actualmente, los investigadores están profundizando en las metodologías y técnicas aplicadas a la investigación arquitectónica del Gótico mediterráneo. El grupo estácoordinado por la Doctora Arquitecta Alba Soler, que ha participado en proyectos de restauración de numerosas construcciones, como la torre campanario de Alcalá de Xivert, y por el Doctor Arquitecto Manuel Cabeza, las ayudantes Beatriz Sáez y Mª Jesús Máñez y el profesor asociado José T. Garfella. Así mismo la titulación cuenta con otros profesores, de reconocido prestigio dentro del ámbito patrimonial construido, como Fermín Font, experto en muros de tapia y que cuenta con intervenciones como las del castillo de Ares y de Oropesa; y Angel Albert, responsable de la adecuación de la Iglesia de la Soledad de Castellón.
Con sus investigaciones e intervenciones no solo colaboran en la preservación del patrimonio arquitectónico de la provincia, sino que a la vez, avanzan en su estudio, recopilación y creación de documentación. Su preocupación por el patrimonio de la provincia se extiende al ámbito académico, donde es de reseñar la utilización de la metodología de aprendizaje por proyectos, que en el caso de primer curso de grado de Ingeniería de Edificación se centra en el estudio de edificaciones tradicionales. “Esto ha permitido formar y sensibilizar a los alumnos sobre el valor de nuestra arquitectura popular”, explica Beatriz Sáez, sobra la que ha recaído la coordinación estos últimos años. Para ello en cada curso se firma un convenio con una población diferente para que los alumnos puedan realizar un estudio de las viviendas tradicionales de la misma, habiendo estudiado hasta el momento las poblaciones de Vilafamés, Vistabella, Onda y el próximo curso seguramente Benlloch.