El imponente castillo restaurado de un pueblo de Castellón que aspira a ser sede de la XXI Feria Internacional de la Trufa en 2025
El castillo ha logrado recuperar sus cuatro lienzos, las almenas, el acceso principal y la antigua iglesia del periodo de la Reconquista
Recuperar el patrimonio y garantizar su pervivencia para generaciones futuras es el objetivo en el que se emplea la Villa de El Toro desde el pasado mandato. Lo han hecho y lo hacen con su castillo, “una fortificación que es historia de nuestra tierra y presente de nuestras vidas. Queremos que también sea futuro”.
Así lo ha defendido el alcalde de la población del Alto Palancia, José Arenes, quien reconoce “la ilusión, el empeño y el trabajo que hemos dedicado a este proyecto con el deseo de recuperar para nuestros hijos un vestigio de nuestras vidas”.
La actuación se ha nutrido con el apoyo económico del Consell y de la Diputación Provincial de Castellón. “Más de 250.000 euros que han permitido recuperar la historia de nuestro pueblo y que son un legado para quienes vienen pisando fuerte. Nuestra identidad está ligada a nuestro patrimonio”, señala Arenes.
El castillo ha logrado recuperar sus cuatro lienzos, las almenas, el acceso principal y la antigua iglesia del periodo de la Reconquista, en el siglo XII, de acuerdo al plan director que ha guiado los trabajos en esta fortificación. “Es una suerte poder ver que el esfuerzo obtiene recompensa y que aquello que forma parte de nuestra historia vuelve a levantarse para recordarnos cuáles fueron nuestros orígenes”.
El proyecto que lidera José Arenes va mucho más allá. “Queremos dotar de vida el castillo. Convertirlo en un espacio de actividad y cultura, capaz de albergar eventos, y no hay evento mayor en El Toro que nuestra Feria Internacional de la Trufa”. “El reto es seguir peleando subvenciones y ayudas que nos permitan dotar de cubierta la fortificación y poder celebrar en 2025 el certamen bajo el cobijo de estos lienzos”, ha señalado el primer edil.