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La Diputación de Castellón recupera el esplendor de las Sargas de Cuaresma de la Iglesia Parroquial de Sant Jaume de Sant Jordi

La Diputación de Castellón recupera el esplendor de las Sargas de Cuaresma de la Iglesia Parroquial de Sant Jaume de Sant Jordi
  • El Servicio de Restauración de la institución provincial acomete la recuperación de estas dos piezas religiosas pertenecientes al monumento de Jueves Santo en las que se representan dos momentos de la pasión de Cristo: el Vía Crucis y La Oración del huert

La Diputación Provincial de Castellón recupera el esplendor de las Sargas de Cuaresma de la Iglesia Parroquial de Sant Jaume de Sant Jordi.

El Servicio de Restauración de la institución provincial ha acometido la recuperación de estas dos piezas religiosas pertenecientes al monumento de Jueves Santo en las que se representan dos momentos de la pasión de Cristo: el Vía Crucis y La Oración del huerto.

“Hoy las dos sargas pintadas por el morellano Juan Francisco Cruella recuperan todo su esplendor como dos auténticas joyas patrimoniales”, ha destacado la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina. Acompañada por el diputado de Cultura, Alejandro Clausell, y el alcalde Iván Sánchez, la dirigente provincial ha entregado las dos piezas a la Iglesia de San Jaume y ha puesto en valor el “excelente” trabajo realizado por los técnicos del Servicio de Restauración. “Los trabajos de intervención realizados por los profesionales de este servicio provincial sobre las dos piezas han permitido devolver el esplendor que merece este conjunto con tanto valor patrimonial y emocional”, ha resaltado Marta Barrachina.

En este sentido, la máxima representante de la institución provincial ha señalado el compromiso de la Diputación de Castellón con “los trabajos de conservación, restauración y mantenimiento del patrimonio cultural de la provincia” y ha asegurado que este tipo de actuaciones forman parte de las líneas estratégicas del Gobierno Provincial.

Y es que, tal y como ha resaltado Marta Barrachina, “estas restauraciones permiten no solo devolver el esplendor a la pieza y garantizar su mantenimiento para generaciones futuras, sino que, además, se convierten en un foco de atracción para nuestros municipios”. Por ello, la presidenta ha insistido en que es “vital” invertir en “la recuperación y divulgación de nuestro patrimonio para no dejar escapar ninguna oportunidad y que nuestra historia sea un motor de desarrollo y un motivo de orgullo para nuestros 135 pueblos y para el conjunto de los castellonenses”.

Trabajo de restauración

El Servicio de Restauración ha llevado a cabo un minucioso trabajo para recuperar las dos sargas, ya que ambas se encontraban en muy mal estado de conservación. Así lo ha asegurado el diputado de Cultura, Alejandro Clausell, quien ha manifestado que “presentaban un soporte textil con desgarros, faltantes y gran cúmulo de suciedad generalizada. Además, la policromía se encontraba parcialmente difuminada, con áreas de pérdidas de los elementos representados y suciedad superficial. Y ahora, todas estas alteraciones han sido subsanadas y lucirán de manera permanente en los muros laterales del altar de la Iglesia Parroquial de San Jaime”.

Así pues, las primeras actuaciones, tal y como ha explicado Clausell, se realizaron en el reverso, donde se fue eliminando la suciedad mediante cepillos suaves, con la ayuda de unas gomas y esponjas específicas a este fin y aspiración. Asimismo, se quitaron los recosidos, los parches y los remiendos, mientras se iban recolocando y ajustando los desgarros correctamente en su sitio. Durante este proceso, se fueron eliminando las arrugas y las deformaciones de la tela.

La limpieza de la superficie policromada también se realizó en seco. “Un proceso muy lento y delicado para no dañar y preservar la policromía conservada mientras se retiraba la suciedad acumulada por los años”, ha asegurado el diputado responsable del área de Cultura.

Una vez finalizada la limpieza en ambas caras se dio comienzo a la reintegración cromática en la que se fueron rellenando las zonas perdidas para completar las figuras en los que la policromía había desaparecido. Finalmente, en el anverso se aplicó una mano muy sutil de barniz pulverizado, a modo de fijación de los pigmentos al soporte y con el objetivo de “saturar mínimamente el aspecto general de la policromía, manteniendo en todo momento su aspecto mate y ligero”, ha comentado Clausell, quien se ha mostrado “muy satisfecho” por el resultado final.

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