La Diputación de Castellón aumentará la dotación de los premios ‘Som Ceràmica’ para la regeneración de espacios urbanos hasta los 400.000 euros
El diputado Ximo Huguet ha visitado las localidades de les Coves de Vinromà y Sant Rafael del Riu para avanzar en la construcción de los dos espacios galardonados en la edición de 2019 por un importe de 360.000 euros
La Diputación de Castelló ampliará en 2020 hasta los 400.000 euros la dotación de los premios ‘Som Ceràmica’ al uso de material cerámico en actuaciones de regeneración urbana. El diputado provincial de Promoción Cerámica lo ha confirmado durante la visita a les Coves de Vinromà y a Sant Rafael del Riu, los dos municipios que verén hecho realidad a lo largo del próximo año los proyectos ganadores de la edición 2019, que contarán con una inversión provincial de 360.000 euros -a razón de 180.000 cada uno-.
Huguet, que ha sido acompañado por personal técnico del departamento, ha detallado que se trata de un aumento de 40.000 euros a repartir, a partes iguales, entre los dos proyectos ganadores y que obedece “a nuestra línea de trabajo de estar junto a nuestra industria azulejera”, un hecho “que demostramos con iniciativas como esta, con la que promocionamos las múltiples y nuevas posibilidades que ofrece la cerámica castellonense en el ámbito urbano”. Además, los honorarios a los ganadores para la redacción de los proyectos también subirán considerablemente, de los 17.500 euros actuales a los 25.000 del año que viene.
Tanto la alcaldesa de les Coves de Vinromà, Mònica Nos, como el alcalde de San Rafael del Riu, Domingo Giner, han acompañado el diputado hasta sendos espacios que, en los próximos 12 meses, “dejarán la degradación de lado para convertirse en lugares llenos de vida y de encuentro para los vecinos y vecinas de ambas localidades”. Asimismo, también han avanzado en aspectos técnicos como la construcción de los proyectos.
LOS PROYECTOS
En el caso de les Coves, el municipio propone la reconversión en un espacio verde y de desconexión las zonas limítrofes del río de Sant Miquel, mientras que Sant Rafael plantea la metamorfosis de un solar abandonar en un nuevo ‘parque de la memoria’, concebido como un espacio de reunión y reflexión mediante una suma de experiencias sensoriales, como sonidos de agua, vegetación y vistas panorámicas.