Curso de arqueología y arquitectura medieval para universitarios estadounidenses en Culla
Esta acción didáctica se engloba dentro del convenio de colaboración firmado por el consistorio del municipio y la Universidad Católica de Valencia
Desde el pasado lunes 24 de junio, un grupo de alumnos de la Universidad de Yale, en el estado de Connecticut, participan en un curso sobre la arqueología y arquitectura medieval en Culla. Esta acción didáctica se engloba dentro del convenio de colaboración firmado por el consistorio del municipio y la Universidad Católica de Valencia.
Los universitarios estadounidenses se alojarán en este pintoresco pueblo del Alt Maestrat durante dos semanas, tiempo en el que participarán de esta formación dentro del proyecto de ‘Puesta en valor turístico-cultural del castillo de Culla’. Las clases vendrán impartidas por académicos y profesionales de distintas ramas de la investigación arqueológica, entre los que destacan Pablo Vidal (UCV), Tomás Hurtado, Juan Sebastián Miralles, Manuel Molina, Lourdes Tamborero, Miquel Roselló y Rafael Martínez. La formación técnica se complementará con trabajos de campo y otras actividades y también constituirá toda una experiencia para los alumnos, que convivirán con los vecinos de Culla y conocerán la vida del lugar.
El alcalde de Culla, Víctor Fabregat, recibió a los estudiantes en el ayuntamiento el mismo lunes, a quienes deseó que disfruten al máximo de estos días "conociendo el patrimonio y la cultura de un pueblo tranquilo y acogedor" y les animó “a ser embajadores de Culla en su país de origen”.
Importantes descubrimientos en el recinto del castillo
Los trabajos llevados a cabo en el recinto del castillo, desde principios de año, siguen aportando nuevos datos sobre los orígenes de Culla. Tras el hallazgo de los ‘graffitis’ de las Guerras Carlistas y la distribución interior del recinto superior o alcazaba, se unen ahora nuevos descubrimientos en las recientes intervenciones sobre la ‘Porta de la Barbacana’.
La barbacana era la puerta principal al castillo, que evitaba tener que atravesar la villa, rodeando perimetralmente la fortaleza y ascendiendo paulatinamente unos 250 metros, prolongando así el tiempo de exposición a las murallas y torreones de defensa. Gracias a las labores realizadas en las últimas semanas, los técnicos de la excavación han empezado a comprender cómo funcionaba este sistema de acceso.
Cabe destacar que estas actuaciones están financiadas el propio Ayuntamiento de Culla, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).