Cultura recupera las pinturas murales de la Torre de Càlig
En general, el estado de conservación de los estratos pictóricos murales era malo, presentando diferentes grados de alteración según las zonas, siendo la principal causa de alteración, no sólo los agentes atmosféricos y ambientales, sino las propias intervenciones se han realizado en el interior de la torre a lo largo del tiempo, puesto que numerosas capas se han ido superponiendo y modificando su aspecto estético.
No es ésta la única intervención que la Conselleria de Cultura ha llevado a cabo en la torre de Càlig, ya que en 2002 se concluyó una intervención de consolidación arquitectónica que tuvo un presupuesto superior a los 92.200 €.
La torre, de planta rectangular, consta de tres pisos a los que se accede por una escalera situada en una casa aneja. El primero se cubre con bóveda de medio punto, el segundo con un envigado de madera que descansa en una gruesa jácena que divide la estancia en dos crujías y la tercera con una cubierta de teja árabe a dos aguas. La torre que está datada en torno al siglo XIII, debió ser reformada en el siglo XVII y en ella estuvo instalado el Ayuntamiento de la localidad.