Culla estrena un mercado dominical de trufa negra y productos locales
“Este mercadillo es único en toda la geografía española, no existe ningún otro con la misma asiduidad y con venta directa al consumidor final”
En el mes de noviembre ha arrancado la temporada de recolección de trufa negra (tuber melanosporum), una campaña que se prolongará hasta el mes de marzo. Se trata de uno de los manjares naturales más exquisitos de la gastronomía y el interior de Castellón es uno de sus mayores productores en toda España.
Con el objetivo de dar a conocer el gran potencial culinario de este hongo y la oferta turística del municipio en torno a la gastronomía, cada domingo a partir del próximo 29 de noviembre, el casco antiguo de Culla acogerá el primer ‘Mercat de la Trufa Negra i Productes del Maestrat’. Se trata de un mercadillo semanal, con 18 puntos de venta, en el que se podrá adquirir trufa fresca directamente del truficultor y a precios muy competitivos, así como otros productos locales como mieles, aceites, frutos secos, embutidos, quesos, pan o repostería típica. Además, este evento es la excusa perfecta para conocer el importante patrimonio histórico y cultural con el que cuenta este municipio del Alt Maestrat, declarado uno de ‘Los Pueblos más bonitos de España’.
Esta interesante propuesta es una iniciativa de ‘Culla 20 30’, un colectivo privado creado recientemente por un grupo de empresarios autóctonos, que tiene la intención de promover y sumar oportunidades de futuro en la próxima década en Culla. Tal y como han afirmado desde la organización, “este mercadillo es único en toda la geografía española, no existe ningún otro con la misma asiduidad y con venta directa al consumidor final, sin intermediarios”. Además, han añadido que “nuestra intención, salvando las distancias, es emular a los clásicos mercados de la Occitania francesa, poniendo al alcance del consumidor local este tesoro culinario todavía desconocido por muchos”.
Cabe destacar que más del 80% de la producción nacional acaba en el mercado francés, debido a la alta demanda de trufa en el país galo. Del mismo modo, en España todavía sigue siendo un producto desconocido, aunque su consumo ha experimentado, en los últimos años, un constante crecimiento debido a su utilización en los restaurantes de grandes chefs.
La actividad también cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Culla, que ha querido sumarse a un proyecto fundamental para promocionar el talento, combatir la despoblación y dinamizar económicamente la localidad.