Confirman que la esquizofrenia no provoca conductas violentas en los consumidores de cocaína
Con frecuencia se atribuyen conductas violentas al paciente dual con esquizofrenia y trastorno por consumo de cocaína, similares a las del paciente con trastorno antisocial de la personalidad. Sin embargo, un estudio recientemente presentado en las Jornadas Nacionales de Patología Dual desmiente esta creencia. La investigación, realizada por los estudiantes del Grado en Medicina de la CEU-UCH en Castellón Carlos Pino y David Carceller, bajo la dirección del profesor Gonzalo Haro, “contribuye a desterrar el gran estigma de la esquizofrenia: su errónea vinculación con conductas violentas”.
El estudio se ha realizado sobre un total de 42 sujetos del programa de Patología Dual Grave del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, que dirige el doctor Gonzalo Haro, y de la Unidad de Conductas Adictivas de este mismo Hospital.
En el estudio se han comparado los resultados de sujetos que presentaban trastorno dual por consumo de cocaína y esquizofrenia con los de sujetos consumidores de cocaína con trastorno antisocial de la personalidad. Los resultados muestran que las puntuaciones en psicopatía, que estudios previos relacionan con un mayor grado de violencia, son similares entre los sujetos con esquizofrenia y los sujetos controles, consumidores de cocaína sin patología dual. Sin embargo, estos dos grupos, con puntuaciones similares entre sí, se diferencian de los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad, que puntúan más alto en todas las variables estudiadas.
El estigma de la esquizofrenia
Según explican los estudiantes de Medicina de la CEU-UCH Carlos Pino y David Carceller, autores del estudio, “hemos comprobado que las puntuaciones de los pacientes con esquizofrenia eran similares a las de los pacientes sin patología dual, y puntuaban muy por debajo de las de los pacientes con trastorno antisocial de la personalidad en todas las facetas y factores de la Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R) analizadas: las facetas interpersonal, afectiva, de estilo de vida, antisocial, interpersonal-afectiva y de desviación social”.
El doctor Gonzalo Haro, profesor de la CEU-UCH destaca que “la violencia es el gran estigma de la esquizofrenia. Este estudio confirma que es un error pensar que las personas con esquizofrenia son violentas. El trabajo de nuestros estudiantes demuestra que asociar a los pacientes con trastorno por consumo de cocaína y esquizofrenia con la violencia es un prejuicio que carece de fundamento, puesto que sus resultados son más comparables con los de pacientes que no presentan patología dual”.
El estudio titulado “Evaluación de la psicopatía en dependientes de cocaína según presenten Esquizofrenia o Trastorno Antisocial de la personalidad”, ha sido presentado la pasada semana en las Jornadas Nacionales de Patología Dual, celebradas hasta el pasado sábado en Madrid. Para el trabajo, los estudiantes han contado con financiación de la CEU-UCH, la Fundación Hospital Provincial de Castellón y la Red de Trastornos Adictivos.
Proyecto sobre psicopatía y psicosis
Estos resultados preliminares pertenecen al proyecto “Entornos estratégicos de decisión, inhibición prepulso y biomarcadores de vulnerabilidad de comorbilidad psiquiátrica (psicopatía y psicosis) en una cohorte de consumidores de cocaína”, realizado en el Hospital Provincial de Castellón y la Universidad Jaume I y financiado por la Universidad CEU Cardenal Herrera y la Fundación de Investigación CV del Hospital Provincial de Castellón.
Según destaca el profesor de la CEU-UCH Gonzalo Haro, “en este proyecto se emplean instrumentos de evaluación objetivos que evalúan el endofenotipo, como la inhibición prepulso, así como pruebas con importantes repercusiones sociales como las estrategias de decisión relacionadas con la teoría de juegos. Estas pruebas permitirán estudiar cómo se relacionan con la sociedad los pacientes con trastornos psicóticos y aquellos con trastorno antisocial de la personalidad. Paralelamente, también se estudian diferencias genéticas y de otros marcadores biológicos en dichos trastornos, con el objetivo futuro de poder desarrollar estrategias de prevención en consumidores de cocaína o incluso de futuros tratamientos farmacológicos de la esquizofrenia o de los pacientes con trastorno antisocial”.