‘Cine DP’, de la esencia del teleclub a la cultura ‘underground’
Mucho más que visionar películas. El proyecto Cine DP (siglas a medio camino entre Domini Públic y Cine de Poble), en marcha desde hace ya cinco meses en la comarca de la Plana Alta, es cine “pero también es música, es espectáculo, participación, debate, conocimiento y, sobre todo, acceso libre a la cultura”.
La iniciativa, impulsada por la empresa de comunicación responsable Comunica+, tiene mucho de underground pero también enraíza con lo tradicional, aunque con su particular giro de tuerca. Y es que el proyecto huye de ese vínculo directo con el folclore que emerge cada vez que se habla de cultura en el ámbito rural: “DP restaura la esencia del teleclub, es pura arqueología cinematográfica”, sostienen sin titubeos Vicent, Satur y Pasqual para justificar ese guiño hacia lo tradicional.
Ellos son los ‘responsables’ de dar forma a este ciclo, uno de los múltiples factores que les unen, además de amistad, cinefilia, el hecho de haber fijado en la comarca su lugar de residencia y su inquietud por hacer de ella un espacio dinámico, vivo.
Han organizado y escenificado las tres proyecciones –todas de obras de dominio público, no sujetas a copyright- que suma hasta ahora este atípico ciclo de cine itinerante que ha pasado ya por La Pobla Tornesa y Vall d’Alba y que está a punto de aterrizar en Benlloch.
Cine DP nació con un objetivo claro: crear sinergias culturales en la comarca de la Plana Alta como resultado del análisis crítico de películas de dominio público, y promover el principio de la cultura libre, “que no gratuita” –puntualiza Vicent- entendida como vehículo de conocimiento, debate y reflexión.
Ante el coste económico, y la consecuente complejidad, de proyectar públicamente obras con copyright que presenta la actual Ley de Propiedad Intelectual para entidades sin ánimo de lucro, “optamos por el visionado de obras que, debido a su edad, han pasado a ser de dominio público, dado que han transcurrido entre 75 y 80 años desde la muerte del autor”, apunta Vicent.
Pasado este tiempo todo el mundo puede hacer uso de la obra, ya sea para compartirla, copiarla o adaptarla, “y es en el dominio público en lo que se apoya Cine DP para la proyección de obras”.
El punto en común del DP con otros ciclos de cine radica en el visionado de películas, “pero a partir de aquí empiezan sus particularidades”, señala Satur.
En el DP todas las películas se proyectan en su versión original con subtítulos. “Ahora estamos empezando a hacerlo también en valenciano, nosotros mismos nos encargamos de las traducciones y después las subimos a la red para compartirlas y que pueda beneficiarse de ellas más gente”, comenta Pasqual.
Además, las sesiones van acompañadas de coloquios posteriores a la proyección y también de performances adaptadas a la película, y por último, “para hacer más piña, después de los pases acudimos a algún local de la población para seguir debatiendo, conociéndonos y compartiendo referencias de cine, música o literatura; y al mismo tiempo contribuimos a la dinamización del tejido económico del municipio”, matiza Vicent.
Pero la lista de peculiaridades sigue. Cine DP “pretende desvincular la noción que se tiene de que la cultura y sus manifestaciones en los pueblos tienen que estar siempre relacionadas con el folclore”.
Por elloSatur, Pasqual y Vicent no dudan en definir al DP como una iniciativa “underground” y “contra-cultural” que quiere, junto con la libre distribución y acceso a la cultura, “poner de relieve la variedad de saberes e inquietudes que hay en las comarcas del interior de Castellón”.
“El DP en el ámbito comarcal en el que se mueve es ir a contracorriente y contracultura”, apostillan.
No obstante, y a pesar de calificar al DP como un proyecto underground, reconocen que el formato elegido para dar forma a este ciclo, y su esencia misma, tiene mucho de recuperación de tradiciones perdidas.
“En Cine DP, por su filosofía, casi todas las películas tienen de 70 años para arriba, por ello podríamos decir que las rescatamos como si fuéramos arqueólogos cinematográficos”, explican.
“Luego, con los montajes que realizamos para completar la sesión, desde actuaciones musicales a performances o teatralizaciones para poner en contexto la cinta, lo que estamos haciendo es restaurar la esencia del teleclub; no nos limitamos a pasar la película y ya, no; rescatamos el cartel original, hacemos un folleto de mano con la ficha técnica, y además le añadimos teatro, análisis, exposiciones relacionadas...”.
En resumen, “recuperamos la tradición o el folclore cinematográfico y restauramos la experiencia colectiva del visionado en grupo”.
La iniciativa ha evolucionado mucho en sólo tres sesiones y va poniendo el listón cada vez más alto. En Vall d’Alba, donde se hizo la segunda proyección, “recreamos un set de la película Plan 9 from outer space que reproducía la escena del cementerio con su platillo volante; ambientamos la sala y luego se utilizó el decorado a modo de photocall”, explica Pasqual.
Para la tercera edición, que será este próximo viernes 10 de abril en el Auditori de Benlloch (20.00 horas), el pueblo de Satur, éste último ha preparado un completo montaje (que prefiere no desvelar) como introducción a la película elegida, Detour, una cinta de culto de cine noire de 1945”.
Para la cuarta cita, el ciclo regresará a La Pobla Tornesa, “donde el DP dará una nueva vuelta de tuerca convirtiéndose en exposición y feria de curiosidades con motivo de la proyección de la película Freaks, de Tod Browning.
Sus promotores avisan: “DP va mutando y cada vez más, queremos implicar en las sesiones a todas aquellas personas que viven en la comarca y que tienen habilidades ‘ocultas’, como es el caso de Benlloch, donde en el pase de este viernes un joven de 17 años, pianista, interpretará el tema principal de la película”, sostiene Vicent.
Es el único de los ases que han querido desvelar los organizadores sobre la inminente sesión del viernes, quizás en un intento de ratificar que este ciclo de cine es, como han defendido desde el minuto cero, mucho más que un ciclo de cine.