elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Un antiguo horno de cal en Bejís, testigo de una tradición ancestral

Un antiguo horno de cal en Bejís, testigo de una tradición ancestral
  • Un hallazgo arqueológico revela las antiguas técnicas de producción de cal en el Alto Palancia

En un recorrido por los alrededores de la ermita de San Cristóbal, en Bejís, se halla un antiguo horno de cal en perfecto estado de conservación. Este vestigio arqueológico pone de manifiesto la importancia de la producción de cal en la zona y nos transporta a una época en la que estas estructuras eran fundamentales para la economía local.

Un vestigio del pasado

El horno de cal, ubicado a unos 150 metros de la ermita, consiste en un orificio circular excavado en la tierra arenisca, un material que resiste altas temperaturas. Las paredes del horno presentan un característico color rojizo debido a las altas temperaturas alcanzadas durante el proceso de cocción de la caliza.

Según los expertos, este tipo de hornos se construían rellenando el pozo con bloques de caliza y tapándolo con losas de arenisca. A continuación, se introducían leños por las aberturas y se prendía fuego, manteniendo el fuego durante varios días hasta que la caliza se transformaba en cal viva. Una vez enfriado el horno, se extraía la cal, un material esencial para la construcción y otros usos.

La cal, un material clave en la historia

La cal, obtenida a partir de la cocción de rocas calcáreas, era un material fundamental en la construcción de edificios, en la elaboración de morteros y en otros procesos industriales. Los hornos de cal eran, por tanto, elementos clave en la economía de muchas regiones, y su presencia en Bejís es un testimonio de la importancia de esta actividad en el pasado.

Un patrimonio a proteger

La existencia de este horno de cal hacer ver la riqueza arqueológica del Alto Palancia y la necesidad de proteger y conservar este tipo de yacimientos. Estos vestigios del pasado nos permiten comprender mejor cómo vivían y trabajaban nuestros antepasados y nos ayudan a valorar el patrimonio cultural.

Subir