Paterna finaliza el tratamiento preventivo para combatir la procesionaria en el arbolado del municipio este otoño
Durante los meses de octubre y noviembre, el Ayuntamiento ha intensificado este tipo de tratamiento contra la procesionaria en diferentes zonas arboladas de calles, parques y colegios públicos de la ciudad
Un año más, el Ayuntamiento de Paterna ha llevado a cabo los tratamientos preventivos para combatir la plaga de procesionaria en los pinos del término municipal de Paterna.
De esta manera, el consistorio ha intensificado este tipo de tratamiento contra la procesionaria en diferentes zonas arboladas de calles, parques y colegios públicos de la ciudad empleando medios de lucha biológica totalmente inocuos para personas y animales.
A este respecto, la Teniente Alcalde de Fomento y Gestión de la Ciudad, Mercedes Navarro ha destacado que “estos trabajos ecológicos y rigurosos en su ejecución vienen precedidos por unas actuaciones de control realizadas durante los meses de verano cuyos resultados nos han permitido establecer la mejor fecha para iniciar el tratamiento con el fin de anticiparnos a la aparición de la procesionaria y, por tanto, mejorar la efectividad en el control de la plaga”.
En concreto, la empresa municipal GESPA encargada de este dispositivo especial, inició los tratamientos de endoterapia en zonas de uso público de mayor sensibilidad y ha finalizado con estos también en el resto de zonas verdes municipales, durante el mes de octubre y noviembre, respectivamente.
Asimismo, se ha realizado un tratamiento de refuerzo mediante la pulverización de un producto biológico en las zonas verdes de carácter forestal durante el mes de noviembre. Para ello, se ha utilizado el ‘Bacillus thuringiensi’, una bacteria totalmente inocua para personas y animales que afecta específicamente a la oruga procesionaria.
En este sentido, el Ayuntamiento de Paterna ya comenzó en el período estival la primera actuación que consistía en la colocación de más de 60 trampas, el doble que el año anterior, en las diferentes zonas boscosas de la localidad para atrapar ejemplares adultos y realizar un conteo de las capturas. Una labor inicial que ha permitido estudiar el posterior registro en gráficas con el objetivo de calcular la fecha de aparición de las primeras orugas en la próxima campaña y actuar, en consecuencia, para evitar posibles riesgos a los ciudadanos y a sus mascotas.