Monseñor Osoro recorre el barrio de La Coma de Paterna y visita en sus viviendas a familias en riesgo de exclusión social
Presidió una misa en la parroquia Madre Redentor
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, visitó ayer tarde a varias familias sin recursos y en riesgo de exclusión social en sus viviendas del barrio de La Coma, en la localidad de Paterna.
Dentro del proyecto misionero “Construir la Nueva Ciudad”, impulsado por el prelado, en el que grupos de jóvenes están desarrollando acciones en distintas parroquias y localidades de la diócesis para “anunciar con obras y acciones la alegría del Evangelio”, monseñor Osoro recorrió las calles del barrio.
Así, monseñor Osoro conoció “de primera mano” el proyecto “Suport familiar” puesto en marcha por la Cáritas de la parroquia Madre Redentor de La Coma para la acogida de “mujeres excluidas de la sociedad, en muchos casos analfabetas, y a niños”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el párroco, Joaquín Mestre, que acompañó al prelado.
A través de “Suport familiar”, las mujeres reciben formación y, los niños, clases de repaso escolar, en unos locales que tiene la Cáritas parroquial, según el párroco que ha añadido que “allí acuden católicos, evangélicos y también musulmanes”.
Igualmente, en su recorrido por el barrio de La Coma, el Arzobispo visitó a una familia “muy numerosa, en la que dos hijos tienen discapacidad, y que pese a las dificultades y pocos recursos, ha sabido hacer frente a su situación con mucha fe y alegría”, ha asegurado Mestre. Monseñor Osoro les obsequió con unos azulejos con la imagen de la Virgen de los Desamparados.
El Arzobispo, que “realizó la vuelta completa al barrio”, paseó por las calles, en donde “varios vecinos se le acercaron para saludar”. Además, “tuvo ocasión de conocer la parte más pudiente también de La Coma, y comprobar el contraste que existe, cultural y económico, en el mismo barrio”.
Finalmente, presidió una eucaristía en la parroquia Madre Redentor, tras la que bendijo una cruz de hierro de tres metros de alto, donada por las religiosas dominicas de Paterna tras su reciente traslado a otro monasterio en la misma localidad valenciana , y “que, tras ser restaurada, será colocada próximamente en la fachada del templo”, según el párroco.
