Parkinson en la Comunitat Valenciana: Cada año se diagnostican 276 casos
Este 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson
Con motivo del 11 de abril, Día Mundial del Parkinson, la Federación Española de Párkinson (FEP) y sus asociaciones han puesto en marcha la campaña La Otra Cara del Párkinson, con el objetivo de desmitificar la imagen errónea que existe sobre la misma, combatiendo el estigma social, los prejuicios y estereotipos que la rodean.
El parkinson es una enfermedad comúnmente asociada al envejecimiento de la persona y a la creencia de que el temblor es el síntoma que más representa el párkinson. Sin embargo, 1 de cada 5 personas tiene menos de 50 años en el momento del diagnóstico, y un 30% de las personas no llegan a desarrollar nunca el temblor.
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central de manera crónica y progresiva. Es la segunda enfermedad en prevalencia después del Alzheimer y la Federación Española de Párkinson estima que afecta a más de 160.000 personas en España, sin embargo, distintos estudios determinan cifras entre 86.000 y 300.000 personas afectadas en nuestro país. Actualmente se desconocen los datos concretos y esta ausencia
La Otra Cara del Párkinson pretende cambiar la imagen que se proyecta de la enfermedad, mostrando las caras reales de las personas que conviven con el párkinson en diferentes momentos vitales o con diferentes síntomas. “A mí me diagnosticaron el párkinson porque tenía un trastorno del sueño en fase REM, además de esto no tengo ningún síntoma de movimiento, ni temblores en las manos, y eso le hace a mi círculo más cercano extrañarse de que yo tenga esta enfermedad”, explica Antonio Calderón, uno de los protagonistas de la campaña. de cifras limita la ejecución de políticas eficaces acordes al perfil de las personas afectadas.
El parkinson en la Comunitat Valenciana
En la Comunitat Valenciana, al cierre de 2021 habían 20.449 personas diagnosticadas de parkinson. De ellas 7.567 en la provincia de Alicante, 2.170 en la provincia de Castellón y 10.712 en la provincia de Valencia.
De las personas diagnosticadas, el 47% son hombres y el 53% son mujeres, según los datos facilitados por la Asociación Parkinson Gandia Safor.
Mortalidad y cómo ha evolucionado en los últimos años
Una persona diagnosticada de esta patología no muere de párkinson, sino con párkinson, explican desde la Asociación Parkinson Gandia Safor. “En función y atendiendo a las diferencias individuales, las personas diagnosticadas no solo padecen esta patología sino otras, por lo tanto la mortalidad estaría relacionada con las otras patologías. Uno de los síntomas de párkinson que podría generar un problema real grave de mortalidad sería el atragantamiento”, afirman.
Servicios y recursos en la Comunitat Valenciana
Desde las asociaciones se ofrecen servicios de evaluación y seguimiento, y además terapias de rehabilitación para favorecer el mantenimiento, mejoría de algunos de los síntomas para promover la autonomía y la mejora de la calidad de vida.
Se ofrecen servicios a las familias de formación e información sobre la enfermedad, además de para la ciudadanía en general en cuanto a sensibilización e información de la enfermedad.
Síntomas para detectar la enfermedad
El parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, crónica, progresiva, que cursa con síntomas motores y no motores. Es, además, la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente, después de Alzheimer.
Aproximadamente en España, debe de haber 160.000 personas con parkinson y puede haber 30.000 personas más sin diagnosticar.
Se caracteriza por la falta de dopamina en el cerebro. La dopamina es una sustancia que transmite la información necesaria para que realicemos los movimientos con normalidad y además, participa en otras funciones de nuestro organismo.
El tratamiento para la enfermedad es farmacológico, quirúrgico y mediante terapias de rehabilitación.
¿Qué síntomas son los más comunes?
Hay dos tipos: motores y no motores.
Entre los motores están los temblores, rigidez, lentitud de movimientos (bradicinesia) y desequilibrio o inestabilidad posturas.
Por su parte, entre los no motores está la depresión, apatía, ansiedad, dificultades para hablar y para escribir, problemas del sueño, estreñimiento, alucinaciones o delirios, dolor, alteración de funciones involuntarias, síntomas digestivos y urinarios, disfunción sexual y fatiga, entre otros.