Pañella: "Sobre los tuppers en la escuela, Conselleria improvisa y no da garantías"
El diputado de Compromís le recuerda que "debe todavía dinero del comedor del curso pasado" y se pregunta "quién controlará las normas sanitarias de una comida traida de casa"
El diputado por Castelló de Compromís, Josep Maria Pañella, ha calificado de "enorme improvisación por parte de la Conselleria de Educación" las instrucciones que ha cursado sobre las condiciones en que los alumnos podrán llevarse de casa los tuppers a los comedores escolares, "unas condiciones confusas y a menudo contradictorias, que cambian cada semana, como una prueba evidente de que desde Conselleria no tenían nada previsto ni ninguna normativa consensuada, y han tenido que ir improvisando, a menudo con actuaciones sin pies ni cabeza"
Pañella ha mencionado como ejemplos de esta improvisación y de estas contradicciones "el tema de las garantías sanitarias de los alimentos, ya que será imposible ejercer un control sobre ellos cuando vienen ya preparados de las casas particulares, y no está garantizada su correcta conservación ni mantenimiento; nadie sabe dónde se guardarán, en qué condiciones y bajo el control de quién. La consellera dice que pagará 1'45 euros por alumno y día para costear los gastos que la traida de estos tappers pueda comportar. Aparte de que es un precio claramente insuficiente para los gastos que conllevará - la contratación de un solo monitor costará ya unos 800 euros -, hay que tener en cuenta la lógica desconfianza de directores, claustros y AMPAs ante estas palabras. Y es que Conselleria, por más que lo niegue, aún no ha pagado las importantes cantidades que debe a los centros por subvenciones a los comedores escolares del curso pasado; en estas condiciones, difícilmente pueden creer que ahora lo hará con puntualidad en este tema del tupper" .
Según el diputado de Compromís, "la consellera ahora se quiere colgar medallas por haber hecho solamente lo que era su obligación: hacer llegar unas recomendaciones a las familias sobre el tipo de alimentos que deberían contener los tuppers, y dar órdenes, a menudo difíciles de cumplir, sobre su inmediato introducción en frigoríficos, de los que los centros pueden estar dotados o no, y de calentamiento antes de ser consumidos. Pero esta normativa puede quedar sólo en una declaración de buenas intenciones si desde la misma Conselleria no se ponen los medios para hacer posible su cumplimiento. En resumen, hay demasiados puntos oscuros en el tema de los tuppers, y desde Compromís compartimos la impresión de muchos padres y madres y docentes que todo se ha dejado demasiado a la improvisación y a la buena volutnat del personal de los centros, y que Conselleria se ha limitado a sacudirse las pulgas una vez más, como si la obligación de cumplir y hacer cumplir estas instrucciones que improvisa no fuera directamente responsabilidad suya".