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Villamalur y Famorca, dos pequeños pueblos para perderse en la Comunitat Valenciana

ÁNGELA BOSCH - 26/11/2022

Ambos municipios forman parte de la Ruta 99 que aglutina a los municipios valencianos de menos de cien habitantes

La despoblación se ha convertido en el peor enemigo de los pueblos del interior de la Comunitat Valenciana, alejados de la capital y situados en un entorno idílico rodeados de montañas, sufren las consecuencias del éxodo rural.

Ahora todos tienen una media de 100 habitantes, por lo que comercios, farmacias, servicios sanitarios y escolares han disminuido, algo que ha afectado a sus condiciones de vida.

Por ello, la Generalitat Valenciana ha impulsado la Ruta 99, un programa en el que se incluyen los 24 pueblos con menos de cien habitantes del territorio. Esta busca dar a conocer las poblaciones y convertirlas en el destino perfecto para realizar una escapada de fin de semana. Además, a modo de incentivo se ha preparado una credencial similar a la compostelana que se puede sellar en cada uno de los municipios de la ruta. Así, se consigue cambiar la imagen negativa que se les ha achacado en los últimos años por una más amable.

¿Qué hace especial a Villamalur y Famorca? 

Villamalur

Ubicado en la provincia de Castellón y con origen árabe, Villamalur cuenta con hermosas vistas a la Sierra de Espadan y con monumentos emblemáticos dignos de fotografiar. Entre ellos, se encuentra el Castillo de Villamalur, rodeado de una muralla, se construyó alrededor de los siglos X y XII, aunque en la actualidad se conserva prácticamente en su totalidad, pues todavía permanecen en pie varias torres. Además, en los montes del Cabezo y del Jupillo se pueden ver trínchelas de la Guerra Civil.

Rodeado de árboles y montañas, hace que uno de sus principales atractivos para los turistas sean las rutas de senderismo. Se pueden realizar hasta seis diferentes, cada una con diferentes distancias, por lo que la más recomendable si no se es un experto o se viaja con niños es la de Camino de Torralba de Pinar, ya que se recorre en aproximadamente dos horas y sigue en antiguo camino vecinal entre Villamalur y Torralba del Pinar.

Por otro lado, los parajes naturales más interesantes son la cueva de la Fuente del Prado, la cueva de la Fuente de Allá y la Coveta.

Además, su gastronomía es espectacular y el plato estrella es la olla de pueblo y la carne de jabalí.

Las fechas idóneas para visitarlo es durante la segunda semana de septiembre, cuando se celebran sus fiestas patronales, o la semana del 17 de enero, momento en el que tiene lugar San Antonio.

Famorca

Situado en la provincia de Alicante, Famorca es una localidad de solo 10 km2 que posee pinturas rupestres que han sido declaradas como bien de interés cultural. No obstante, no se trata del único bien que tienen, ya que la Nevera de la Font, también ha sido declarada como bien de relevancia local.

Respecto a las pinturas, se encuentran en el barranco de la Fita y son la prueba de que en la prehistoria fue habitado por seres humanos. Además, este tiene orígenes musulmanes, aunque después de la Reconquista fue repoblado con familias de mallorquines.

Si se va de visita es parada obligatoria visitar el reloj del campanario, un reloj centenario al que se puede acceder al interior de su maquinaria, que está a mitad de la escalera de subida al campanario. A día de hoy, funciona perfectamente y se le da cuerda una vez por semana.

Los amantes del senderismo también pueden hacer rutas como la subida a la Font dels Olbis o L’Anouer, Mallada del Llop y la Canal.

Las fechas perfectas para visitarlo, la primera semana de agosto, cuando se celebra San Cayetano y su plato típico es el gazpacho de montaña.

Por último, se puede conseguir la acreditación sellada en el bar La Font, en la calle Salamanca del pueblo.

No hay mejor alternativa contra la despoblación que sumarse a la iniciativa de la Ruta99 y pasar unos días de ensueño en pueblos preciosos y a un precio asequible para todos los bolsillos.