Unión por una causa: 3.000 vecinos salen a la calle en Llíber en una manifestación histórica en contra del macro-PAI

Entidades como la COS, CCOO, ACPV, Escola Valenciana y Agró , acompañadas de más de 70 organizaciones de la sociedad civil comarcal y nacional, han encabezado hoy una gran manifestación, donde han asistido unas 3.000 personas, para exigir justicia ante un proyecto urbanístico que supondría graves consecuencias medioambientales, paisajísticos y socioeconómicos si se llevara a cabo.

Bajo lemas como «fem bategar la Vall, diem NO al PAI Medina», «sin agua no hay vida, sin paisaje no hay identidad», «con sed de seguir siendo pueblo», «protegemos nuestro patrimonio, nuestra herencia», miembros de Salvem la Vall han leído su manifiesto, en que se explican las irregularidades del proyecto, así como la pérdida de biodiversidad, alteración de los ciclos hídricos, pérdida del patrimonio cultural, contaminación, el deterioro del suelo y el riesgo de incendios que comporta la construcción del macro-PAI.

También se ha recordado la historia de lucha popular contra la depredación urbanística en la comarca, desde el Puig de la Llorença, pasando por el Peñal de Ifach, Callosa d'en Sarrià en Parcent; y se ha incidido en la necesidad de proseguir esta lucha, tanto en contra del macro-PAI de Llíber como al PAI Peña Roja en Pego, la Pineda en Teulada, en Xàbia y a la Llobella en Benissa. De más además, se ha recordado que, incluso después de 8 años de gobierno valenciano progresista, no se ha conseguido blindar el territorio, abriendo así la puerta a la avalancha de proyectos de especulación, depredación y sobreexplotación como la que sufrimos actualmente.

Por otro lado, se ha exigido la parada total y definitiva de la macrourbanización, la reconversión del sector turístico de masas en un turismo sostenible y regenerativo, la implementación de políticas hídricas sostenibles que prioricen la gestión sostenible de nuestros recursos; la implementación de políticas públicas de vivienda social y de integración cultural, y el reconocimiento como sujetos y titulares del derecho colectivo como bioregión.

A destacar, por último, el ambiente vivo y combativo de la asistencia, reflexión de la fuerte cohesión social y la solidaridad entre los pueblos de la Vall, la comarca y el la Comunitat Valenciana.