Sanitat comienza la implantación de la receta electrónica en los departamentos de salud de Alcoi y Dénia
La conselleria de Sanitat ha comenzado la implantación de la receta electrónica en la provincia de Alicante. En concreto, ha arrancado esta semana en el departamento de salud de Alcoi y la próxima semana lo hará en el departamento de salud de Dénia.
De este modo, tras comenzar en un centro de salud y dos oficinas de farmacia en el municipio de Banyeres de Mariola en 2010, el pasado mes de marzo arrancó en cinco oficinas de farmacia y los centros de salud de los municipios de Castalla y Onil, es decir, comenzó a funcionar en 7 oficinas de farmacia y una población de 25.069 personas del departamento de salud de Alcoi.
A su vez, el 14 de mayo empezó a funcionar la receta electrónica en otras ocho oficinas de farmacia y dos centros de salud de Ibi, por lo que aumentó en 24.027 habitantes la población cubierta. Y esta misma semana lo ha hecho en el resto de municipios del departamento, hasta alcanzar el próximo martes, 28 de mayo, otras 65 oficinas de farmacia y una población de 90.653 habitantes más de este departamento de salud.
Posteriormente, el martes 4 de junio, comenzará a funcionar en el departamento de salud de Dénia, hasta completar este departamento el jueves, 6 de junio, un total 88 farmacias y cubrir una población de 174.893 habitantes.
En este sentido, en dos semanas estará cubierta una población de 314.642 alicantinos y un total de 168 oficinas de farmacia de la provincia. Y las oficinas de farmacia del resto de la provincia de Alicante irán incorporándose a la receta electrónica a medida que los sistemas de gestión de las oficinas de farmacia se homologuen en dichos servicios.
La receta electrónica en la Comunitat
Por su parte, las provincias de Castellón y Valencia cuentan con los servicios de receta electrónica implantados al 100%, lo que supone la desaparición de la receta en papel para más de 3,3 millones de ciudadanos que visitan las 1.510 oficinas de farmacia que hay en estas dos provincias.
El proceso de receta electrónica comenzó a implantarse en marzo de 2008 y actualmente el 95% de las recetas que se dispensan en la Comunitat son a través de prescripción electrónica. La dispensación electrónica es el proceso por el que un paciente acude a una oficina de farmacia de la Comunitat y, cediendo su tarjeta SIP, el sistema informático de la oficina de farmacia recupera los registros electrónicos en los que consta la medicación pendiente de dispensar al paciente.
En el modelo de receta electrónica de la Comunitat participan tres sistemas de información. El primero, GAIA, es a través del cual el facultativo determina los tratamientos. El segundo, el sistema de gestión de las oficinas de farmacia mediante el cual el farmacéutico va a ser capaz de recuperar las prescripciones electrónicas y ejecutar la dispensación. El tercero es el SICOF (sistema de información de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos), ubicado entre la oficina de farmacia, y el módulo de prescripción de GAIA.
Proceso de receta electrónica
El paciente sólo necesita acudir a la farmacia con su tarjeta SIP y un documento de tratamientos vigentes. El proceso es sencillo, ya que el médico de Atención Primaria prescribe al paciente la medicación que precisa y éste sale de la consulta con su SIP y con un informe de tratamientos vigentes (con un código de barras) que recoge toda la medicación que necesita y las fechas de recogida en la farmacia. El farmacéutico lee en la oficina la tarjeta SIP y el código de barras y le entrega la medicación.
Según encuestas realizadas a los pacientes que ya utilizan esta receta electrónica, el 82% asegura que le ha supuesto ventajas y el 76% está satisfecho con ella. Además, se ha producido una disminución de la presión asistencial, ya que un 61% de los usuarios acude menos al centro de salud.
Esto es así porque entre las principales ventajas, que afectan tanto a los usuarios como a los farmacéuticos y administración sanitaria, destaca la simplificación del trámite administrativo, la reducción de visitas de los pacientes crónicos, se dispone de información en tiempo real, se favorece el uso racional del medicamento y se consigue una mejor comunicación entre el farmacéutico y el médico. Además, con este proceso también se integra el proceso de facturación.