"Ya no sabemos qué hacer": alerta entre niños y mascotas por orugas urticantes que invaden parques y aceras en un pueblo de Alicante
En los últimos días, las orugas han comenzado a descender de árboles y avanzar por zonas públicas
Los residentes de la urbanización La Alberca, en Polop de La Marina, han manifestado su inquietud por la proliferación de bolsas de procesionaria en los pinos de diversas zonas públicas próximas a sus viviendas. Aunque el Ayuntamiento llevó a cabo una intervención a finales de año en algunos puntos, como el parque canino, los vecinos consideran que es necesario ampliar estas actuaciones para evitar que las orugas continúen extendiéndose a otras áreas.
En las últimas semanas, los residentes han observado cómo las orugas han comenzado a descender de los pinos y desplazarse por las aceras y espacios públicos, lo que ha generado preocupación, especialmente en zonas como el parque de juegos para personas adultas o las inmediaciones del centro social, lugares frecuentados por numerosos vecinos.
Solicitan medidas para controlar la plaga
Ante esta situación, los vecinos han recurrido a diferentes vías para trasladar su inquietud, presentando escritos por registro, comunicándose con la policía y trasladando sus quejas al enlace vecinal con el gobierno local. Ahora, piden que se realice una evaluación exhaustiva de los puntos más afectados y que, en caso necesario, se refuercen las acciones para eliminar los nidos y minimizar riesgos.
La procesionaria del pino es una plaga habitual en esta época del año que puede afectar tanto a personas como a animales. Sus pelos urticantes pueden provocar reacciones alérgicas y problemas respiratorios, especialmente en niños y mascotas, lo que refuerza la necesidad de tomar medidas preventivas en espacios de uso público.
Esperan una evaluación y nuevas intervenciones
Desde la urbanización La Alberca, los vecinos han expresado su deseo de que se realice una revisión de los puntos afectados y, si es necesario, se actúe para controlar la plaga en los lugares donde aún persiste. Consideran que medidas como el precintado de ciertas zonas o la contratación de una empresa especializada para fumigar y retirar los nidos podrían ayudar a mejorar la situación.
Mientras tanto, la comunidad sigue atenta a la evolución de la plaga y espera que se tomen las decisiones oportunas para garantizar la seguridad y bienestar en la zona.
