Monóvar clama por el colegio Escriptor Canyís y volverá a manifestarse este jueves

Monóvar es un pueblo en pie de guerra por uno de sus colegios, el CEIP Escriptor Canyís, que se ha quedado a medio construir tras la paralización de las obras de reforma.

Este mismo viernes las familias se manifestaron contra la inacción de las administraciones ante un problema se alarga mes tras mes, mientras los niños se encuentran desplazados en el instituto del municipio.

Un problema que sufren desde el verano del 2022, desde cuando “las familias llevamos un peso que no nos corresponde”, explican.

Así, las familias denuncian que “a día de hoy no hay una renuncia formal y por escrito de una empresa que lleva 8 meses desaparecida”

“Salimos de una pandemia en la que no se podía desarrollar el gran proyecto que mueve el corazón de nuestra escuela para meternos en la boca del lobo que son las administraciones y las licitaciones y tristemente todo es por dinero”.

Por ello han pedido en la manifestación a la Conselleria de Educación “plazos,que agilicen documentación y lo hagan por escrito. No queremos más promesas que se desvanecen como humo”.

Por otra parte, las familias lamentan que las pancartas que colocaron en la valla del colegio protestando por esta situación fueron retiradas en la pasada jornada de reflexión electoral y denuncian que es un ataque “a las libertades de expresión” ya que consideran que la ley obliga a retirar únicamente las campañas propagandísticas.

Un colegio paralizado

El ambiente entre las familias del CEIP Escriptor Canyís del municipio alicantino de Monóvar está cada vez más caldeado.

Y es que desde hace meses las obras de reforma del centro se encuentran paralizadas, según denuncian, mientras el alumnado pasa el curso en las instalaciones del vecino IES Enric Valor.

“Estamos ocupando aulas fundamentales del instituto como la de informática, tecnología y música, impidiendo así ofrecer las clases como procede. Compartimos un gimnasio que no se adapta a los horarios y necesidades de edades tan dispares y el patio que utilizan no está adaptado y apenas tiene sombra”, denuncian.

Las dificultades comenzaron el pasado verano, cuando se encontraron problemas estructurales en los cimientos del edificio, una dificultad que llevó a la empresa constructora, Vainsa, a suspender las obras solicitando un modificado de precios en el proyecto para atender a este problema no esperado.

Varios meses después las familias denuncian que se encuentran “abandonadas por las administraciones públicas” y piden que Conselleria de Educación y Ayuntamiento de Monóvar encuentren una solución para esta obra que se ejecuta con el Pla Edificant.

Los afectados lamentan en un comunicado “la dejadez de Conselleria y Ayuntamiento” y piden que se active una nueva licitación ante el abandono informal de las obras por parte de la constructora.

Ante la situación, las familias de los escolares han dicho “basta” y exigen al consistorio “que agilice la documentación para que le empresa pueda renunciar formalmente si esta es finalmente la decisión que toma” y, si esta es la vía que se toma que se tramite “cuanto antes” una nueva licitación de la obra.

Además, piden “que se responsabilice de sus obligaciones para que los niños y niñas del CEIP y los alumnos del IES puedan convivir con las necesidades fundamentales de un centro educativo”.

Por su parte, reclaman a los altos cargos de la Conselleria que visiten el centro y se pongan a disposición de la dirección para cumplir las necesidades tanto del CEIP Escriptor Canyis como del IES Enric Valor para que no se vean perjudicados por la situación.

Además, reclaman “que pidan jurídicamente responsabilidades a la empresa constructora por la demora y el abandono del centro escolar. Por otro lado, piden a la dirección facultativa de la obra que se prepare el proyecto modificado “para que ya no transcurran más meses, ya que necesitamos agilizar los tiempos para que así la empresa constructora pueda tomar la decisión que tenga que tomar”.

Las familias recuerdan que el colegio público Escriptor Canyis lleva a cabo desde hace varios cursos una metodología activa “basada en el respeto y libre circulación a través de propuestas y materiales innovadores” y que intenta mantener “a pesar de los inconvenientes vividos con las medidas de la pandemia y ahora con la deslocalización del centro”.

“Las bases del proyecto siguen firmes y en marcha con un grupo de familias unidas con un objetivo común muy claro", explican en un comunicado que han difundido.

“La infancia y la educación de nuestros hijos e hijas es intocable y no vamos aguantarla irresponsabilidad, poca eficiencia y diferencia de intereses de las diferentes administraciones públicas. El proyecto educativo del centro y su equipo docente son de vital importancia para el futuro de nuestros hijos e hijas y lo vamos a proteger tomando las medidas que sean necesarias”, advierten.