Infraestructuras en 2015 habrá conseguido 14,5 millones de ahorro al año a los usuarios del TRAM
Los datos han sido constatados por el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA)
Las obras de remodelación urbana generadas por la implantación del tranvía también suponen un ahorro de 34 millones en el periodo 2010-2020
Esta ventaja se debe al menor coste en combustible, aparcamiento y tiempo por desplazamiento de este transporte público frente al vehículo privado
La Conselleria de Infraestructuras y Transporte conseguirá que los usuarios del TRAM hayan ahorrado hasta 14,5 millones de euros al año para el 2015.
La competitividad del TRAM se debe principalmente al ahorro sobre el coste del desplazamiento (mayoritariamente combustible y aparcamiento) y sobre el tiempo que puede ofrecer a sus usuarios frente a otras alternativas de transporte, como el vehículo privado y el autobús. Estas ventajas que nos ofrece este medio de transporte público han sido constatadas por el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA), que ha realizado un estudio sobre ello.
Con este análisis se ha comprobado que teniendo en cuenta tanto el coste de desplazamiento como el del tiempo, en los distintos modos de transporte y según los distintos perfiles del viajero del TRAM, el ahorro anual que se obtiene en el conjunto del área metropolitana se estima en 14,5 millones de euros anuales en 2015.
Además, las obras tranviarias no sólo se han centrado en la ejecución de la plataforma tranviaria sino que se han extendido a la totalidad del espacio público por donde discurre el trazado. Por lo que se ha llegado a una profunda remodelación del espacio público urbano, que supondrá también un ahorro económico de 34 millones de euros (unos 3.500.000 euros anuales, en el conjunto del periodo 2010-2020). En este mismo periodo, la reurbanización de numerosas áreas va a permitir regenerar tejidos degradados, evitando del mismo modo costes de intervención.
El estudio resalta que el corredor litoral por donde discurre actualmente el TRAM es el que menor porcentaje de accidentalidad sufre (11%), entre los más transitados del área metropolitana (37% el corredor norte y 33% el corredor oeste). Esta cifra puede estar relacionada con el hecho de que, en general, el tranvía es treinta veces más seguro que el coche. Por tanto, parece que efectivamente existe una correlación entre la inserción del TRAM y una baja tasa de accidentalidad.
Además, la puesta en servicio de la Línea 2 (Luceros-Universidad-San Vicente) coincide con el corredor norte, por lo que el TRAM se pondrá en servicio justo en el corredor donde más siniestralidad existe, es decir, donde más se necesita y mayores beneficios se esperan.
Según INECA, se pueden destacar varios aspectos urbanísticos: la decisión de soterrar el paso del TRAM por el centro de la ciudad, la solución para liberar el frente marítimo en el tramo de la Albufereta, la adopción del bucle en el trazado de la playa de San Juan y la apuesta por conectar tanto barrios socialmente vulnerables como unir áreas dotacionales, caso de la Universidad de Alicante.
Desde un punto de vista estrictamente de la ingeniería, el estudio destaca algunas de las técnicas empleadas en la construcción y explotación de este sistema de transporte público. Y en cuanto al uso de materiales sobresalen la manta antivibratoria (colocada bajo la vía absorbe las vibraciones que produce el tranvía al circular por carriles) y los aparatos de vía equipados con corazón de punta móvil (permiten la ramificación y el cruce de diferentes vías).
En definitiva, el informe de INECA señala como el TRAM se ha convertido en una nueva oferta de transporte complementaria a la red de autobús existente, y esa debe ser la imagen transmitida a los usuarios. Se propone así el fomento de la intermodalidad entre ambos modos, con la remodelación o el refuerzo de recorridos del autobús de forma que éste sea el alimentador de las líneas troncales de tranvía.