La historia de una cueva valenciana: un enigma en las entrañas de la tierra y un hallazgo macabro que perdura en el tiempo
En elperiodic.com vamos a contarles durante las próximas semanas historias y lugares misteriosos de la Comunitat Valenciana, que esconden muchos hechos que desconocemos y que están muy cerca de nosotros
Se acerca Halloween y las palabras que mejor esta festividad son el miedo y el misterio. En elperiodic.com vamos a contarles durante las próximas semanas historias y lugares misteriosos de la Comunitat Valenciana, que esconden muchos hechos que desconocemos y que están muy cerca de nosotros.
Hoy les hablamos de una conocida cavidad ubicada en la sierra de Seguili, en el municipio alicantino de Benidoleig: la Cueva de las Calaveras. Este es uno de los enclaves más fascinantes y misteriosos de la geografía valenciana. Con más de 900 metros de extensión, esta cueva es conocida no solo por su impresionante geología, sino también por las siniestras leyendas y antiguos secretos que la envuelven. Un lugar que parece suspender el tiempo y donde los ecos del pasado aún resuenan en sus profundos pasillos.
Un hallazgo macabro: El origen de su nombre
El nombre de la Cueva de las Calaveras no es fruto del azar. Su fama tétrica se remonta al siglo XVII, cuando en una expedición se encontraron los restos de doce personas en su interior. Estos cráneos y esqueletos, algunos pertenecientes a adolescentes, despertaron el interés de arqueólogos y aventureros, quienes se lanzaron a descifrar los misterios de aquellos restos humanos.
Según algunas versiones, los cadáveres pertenecían a un grupo de moros que, tras ser perseguidos por las tropas cristianas durante la reconquista, encontraron refugio en la cueva. Sin embargo, atrapados sin salida, sus destinos estuvieron sellados para siempre en la oscuridad de la cueva. Otros sugieren que se trató de un deslizamiento de tierra que los sepultó, condenándolos a la muerte sin posibilidad de escapeâ.
La geología sobrecogedora de un mundo subterráneo
Más allá de sus macabras historias, la Cueva de las Calaveras destaca por su impresionante belleza natural. Formada hace más de 135 millones de años, la gruta alberga un espectáculo geológico único. Sus estalactitas y estalagmitas han sido moldeadas pacientemente por el agua que ha filtrado a lo largo de los siglos, creando formaciones de gran valor visual y científico.
Uno de los puntos más llamativos es la altura de sus cúpulas, algunas de las cuales alcanzan hasta 50 metros, como si fueran bóvedas de una catedral subterránea. El recorrido turístico abarca cerca de 400 metros, donde los visitantes pueden contemplar no solo las formaciones rocosas, sino también restos fósiles y el Toll Blau, una laguna de aguas tranquilas y misteriosas que se oculta en el corazón de la cuevaâ
Morada de neandertales y ecos prehistóricos
El interior de la cueva fue hogar de civilizaciones muy antiguas, que la habitaron desde el Paleolítico hasta el Neolítico. En sus profundidades, se han encontrado restos de herramientas de piedra que atestiguan la presencia de los Neandertales y de los primeros Homo Sapiens que vagaron por la zona hace miles de años.
Entre los hallazgos más intrigantes también se encuentran los fósiles de animales ya extintos, como rinocerontes, hienas y ciervos gigantes, que alguna vez convivieron con los primeros humanos en esta zona de la península. El paso del tiempo ha dejado su huella, y hoy, la cueva guarda celosamente estos vestigios de eras pasadas, como un enigmático libro de historia aún sin descifrar completamente.
Leyendas de peligro y nuerte: Un santuario de sombras
Además del macabro descubrimiento de los cráneos, la Cueva de las Calaveras está plagada de relatos que entrelazan la historia con el mito. Algunos cuentan que antiguos pobladores se refugiaron en su interior durante las invasiones moras, mientras que otros sostienen que aquellos desafortunados individuos fueron víctimas de un intento fallido de encontrar agua en tiempos de sequía.
Según una de las leyendas más espeluznantes, en 1768, un grupo de exploradores quedó atrapado al intentar cruzar uno de los estrechos pasillos que conducen al interior de la cueva. La crecida del agua bloqueó su camino de regreso y perecieron ahogados en las profundidades, sellando así la tragedia en las piedras del lugar. Estas historias, a menudo amplificadas por la imaginación popular, han dado a la cueva un aura de enigma y peligroâ
Un viaje al corazón de lo desconocido
Visitar la Cueva de las Calaveras es adentrarse en un espacio donde la historia y la naturaleza se entrelazan de manera misteriosa. Cada paso dentro de sus pasillos oscuros parece transportarte a otra época, un tiempo donde la vida y la muerte, la esperanza y el temor, convivían en el mismo espacio. Los visitantes pueden recorrer los pasadizos iluminados, admirar las formaciones rocosas y escuchar, en el eco del lugar, las leyendas que aún susurran en las paredes.
Al salir de la cueva, queda la sensación de haber explorado no solo un rincón de la tierra, sino un fragmento de los secretos más oscuros del pasado humano. Un testimonio de la fragilidad de la vida y el poder implacable de la naturaleza, que ha custodiado sus secretos durante millones de años.
La Cueva de las Calaveras sigue siendo, a día de hoy, uno de los mayores misterios de la provincia de Alicante, un enigma que, a pesar de las investigaciones, nunca ha sido del todo revelado.
Información práctica para los visitantes
Situación y Acceso
La Cueva de las Calaveras se encuentra en el término municipal de Benidoleig, en la provincia de Alicante. Se accede a ella fácilmente desde la carretera A-7 Benidoleig-Pedreguer, en el kilómetro 1. La cueva permanece abierta durante todo el año.
Horarios
- Otoño e invierno: de 09:00 a 18:00 horas
- Primavera y verano: de 09:00 a 20:00 horas
Precios
- Adultos: 4,90 €
- Niños (de 4 a 10 años): 2 €
- Grupos a partir de 25 personas: 2,50 €/persona
- Grupos de escolares: 1,50 €/persona
Información Turística
Para aquellos que deseen completar su visita, pueden hospedarse en la cercana casa rural El Sequer, situada a tan solo 8 kilómetros de Benidoleig.
Dirección: C/ Travisesa, 17, Benimeli
Teléfono: +34 966 424 056