La Fundación valenciana Fontilles atiende a 787.000 personas vulnerables o dependientes en plena pandemia de Covid-19
La entidad prestó atención a 117 pacientes en el Hospital Ferris de media y larga estancia y a 82 mayores en el Centro Geriátrico Borja
La Fundación Fontilles, entidad valenciana que desde 1909 trabaja por la salud de colectivos vulnerables, atendió el año pasado a más de 787.000 personas en España y el resto del mundo en plena expansión de la COVID-19, de acuerdo con los datos de la memoria de actividades de 2020.
“La pandemia y sus consecuencias nos ha demostrado la importancia de la salud y la necesidad de no dejar a nadie atrás, reafirmando la importancia de la misión de Fontilles de llevar salud y atención a las personas más vulnerables desde lo local hasta lo global”, ha afirmado al respecto el presidente de la organización, Juan Lorca.
En el ámbito local, el Sanatorio San Francisco de Borja, ubicado en la Vall de Laguar, prestó atención socio-sanitaria a 216 personas: 117 pacientes crónicos o con discapacidad en el Hospital Ferris de media y larga estancia, especializado en rehabilitación postoperatoria y cuidados paliativos; 82 mayores con algún grado de dependencia en el Centro Geriátrico Borja; y 17 personas en el Centro Nacional de Referencia en Lepra, 13 de ellas residentes y otras 4 de manera ambulatoria, derivadas por los servicios de salud de diversas comunidades autónomas tras haber contraído la enfermedad.
“En el Sanatorio, hemos puesto todos los medios para continuar dando la mejor atención con medidas de seguridad y prevención frente a la pandemia que, con la colaboración del personal, familias y residentes, han permitido mantener la seguridad de todas las personas a las que atendemos”, ha explicado Lorca.
Los residentes del centro geriátrico se han beneficiado de proyectos pioneros: “Música para despertar”, un programa dirigido a pacientes con Alzheimer cuyo objetivo es despertar recuerdos y emociones a través de la memoria musical; el desarrollo del modelo de atención centrado en la persona, a través del refuerzo de la figura del profesional de referencia en el centro y de la elaboración de historias de vida de los usuarios y “Modifica”, que busca mejorar la calidad de vida en residencias a través del color.
En el ámbito global, los proyectos internacionales han beneficiado a 786.846 personas en Asia, África y América Latina. En Asia, mediante iniciativas en India que han permitido atender a 681.207 personas. En América Latina, con programas en Nicaragua, en Honduras, en Brasil y en Bolivia, de los que se han beneficiado 35.440 personas. En África, con dos acciones en Mozambique que han prestado atención a 45.850 personas.
Los proyectos se han ocupado de combatir la lepra, el mal de Chagas, la úlcera de Buruli, la filariasis linfática y enfermedades ligadas a la pobreza, así como fomentar iniciativas de prevención de discapacidades, rehabilitación física y socioeconómica, salud materno-infantil y comunitaria. “Hemos adaptado nuestro trabajo a la situación de cada país para que ninguna persona quede sin atención”, ha recordado Lorca. También ha subrayado que “dada la vulnerabilidad de estas personas, hemos tenido que apoyarles con reparto de kits de primera necesidad y alimentos e informarles y facilitarles protección frente a la COVID-19”.
Fontilles también ha contado sus vivencias para sensibilizar a la población. Destaca el estreno del documental “Asha, historias de lepra y esperanza”, promovido por la entidad, dirigido por Alberto Pla y financiado por la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, que visibiliza la experiencia de mujeres indias que han superado la lepra y su estigma. La película fue seleccionada en nueve festivales de cine social y solidario, y el 12 de julio ganó el primer premio en Igualdad de género del SDGs in Action Film Festival, organizado por Naciones Unidas.
Todo ello ha sido posible gracias a la colaboración con socios locales; el trabajo de los 118 empleados; las aportaciones de los 201 voluntarios y de las peñas de amigos de Fontilles diseminadas por la Comunitat Valenciana; y el apoyo económico de 2.353 donantes y de la Generalitat Valenciana, el Ajuntament de València, la Fundación Probitas, la Fundación Bancaixa, la Fundación ADEY, la Fundación Repsol, la Universidad de Alicante, el Ayuntamiento de Aspe, Mutua Madrileña, Secours aux Lépreux y la Associazione Italiana Amici di Raoul Follereau.
La entidad ha continuado siendo referente de investigación en la lucha contra la lepra gracias al trabajo en red con entidades como ILEP (Federación Internacional de Organizaciones de Lucha contra la Lepra) o el Consorcio Internacional para la Discapacidad (IDDC). Asimismo, mantiene acuerdos de colaboración con la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández de Elche.