La cruz de pecho del cardenal Payá expuesta en ‘Camins d’Art’ regresa a Beneixama para los actos litúrgicos de sus fiestas patronales
El cardenal, poco antes de morir, donó su cruz pectoral a la patrona de su pueblo natal, la Virgen de la Divina Aurora
Esta cruz pectoral, que perteneció al cardenal Miguel Payá y Rico (Beneixama, 1811-Toledo, 1891), y que ahora expone La Luz de las Imágenes en la muestra «Camins d’Art» de Alcoy, está fechada en el siglo XIX y se conserva en el santuario de la Virgen de la Divina Aurora de Beneixama, a cuya titular la donó el cardenal poco antes de fallecer. La cruz regresará por unos días a esta localidad alicantina para participar en los actos litúrgicos de sus fiestas patronales.
La pieza de orfebrería, de plata blanca y sobredorada y con piedras semipreciosas, fue un regalo de la reina Isabel II al cardenal. Gracias a los retratos que se conservan del cardenal Payá, el prelado siempre aparece representado con su cruz pectoral. Y según fotografías antiguas, la anterior imagen de la Divina Aurora —datada entre 1821-1841 y que fue destruida en 1936— portaba en las fiestas patronales la cruz pectoral.
Miguel Payá y Rico estudió Filosofía y Teología en la Universidad de Valencia. Párroco de Beneixama desde 1841, en 1858 se convierte en obispo de Cuenca y posteriormente, en 1875, en arzobispo de Santiago de Compostela. Dos años más tarde, el papa Pío XI lo nombró cardenal y llegó a ser primado de España con el papa León XIII
