La Asociación Provincial de Viveristas (VAME) participará el miércoles en la concentración en Madrid para defender el Trasvase Tajo-Segura
La Asociación de Empresas Productoras de Plantas de Vivero de la Provincia de Alicante (VAME) se suma a la concentración en defensa del Trasvase Tajo-Segura que va a tener lugar el miércoles, día 11 de enero, en Madrid frente al Ministerio para la Transición Ecológica.
Con esta acción reivindicativa queremos mostrar nuestro firme rechazo a la propuesta realizada por el Ministerio en el nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Tajo que va a recortar las aportaciones del Trasvase Tajo-Segura a nuestra tierra en 105 hm3 (esto supone una reducción de 78 hm3 para regadío sobre la media actual y una reducción de 27 hm3 para abastecimiento).
La aplicación de este criterio supondrá un desastre sin precedentes para todo el sector agrícola de la zona que recibe agua del Trasvase Tajo-Segura, puesto que reducirá la superficie regable en 27.314 hectáreas, provocará más de 15.000 despidos de puestos de trabajo directos e indirectos y generará unas pérdidas de valor patrimonial estimadas en 5.692 millones de euros.
Para que se pueda visualizar el impacto de la medida, el agua que han definido como caudal ecológico del Tajo a su paso por Toledo es el equivalente a lo que necesitarían más de 600 explotaciones de Elche de producciones tradicionales que ofrece productos al mercado de la máxima calidad.
Esta acción, que no responde a ningún criterio técnico sostenible, se produce y va a provocar un incremento del déficit estructural de caudales en la Demarcación del Segura. Este escenario se va a agravar con la reducción de las extracciones de aguas subterráneas.
Además, la Administración no ha planteado ninguna solución alternativa a esta drástica disminución de volúmenes de agua disponible del Trasvase. Es una realidad que el agua desalada ya es un recurso extraordinario, pero en su aplicación hay que tener en cuenta que no aporta la calidad adecuada y que para su obtención se incurre en unos costes ambientales muy elevados (su dependencia energética es cuatro veces mayor que el agua del Trasvase).
La anulación del Decreto de Sequía ha provocado una subida del coste de agua desalada hasta los 1,3 euros/m3, una cifra inasumible para las empresas de todo el Levante, lo que va a provocar la ruina del sector y el abandono de una agricultura rica, que produce divisas y bienestar.