Los agricultores de Alicante denuncian una “histórica crisis del limón y una sequía extrema que ha arrasado al secano”
Con un déficit pluviométrico del 56% en Alicante, cultivos como el cereal, la uva de vino, el almendro, el olivar y la cereza agonizan
Los tres principales problemas que han marcado el sector agrario en 2024 han sido la falta de agua y la extrema sequía; los bajos precios en origen y el gran desequilibrio entre los eslabones de la Cadena Alimentaria y, por último, la política llevada a cabo por Bruselas con acuerdos que anteponen los intereses medioambientales a la rentabilidad agraria, así como leyes y normativas que dificultan el trabajo de los agricultores y ganaderos.
Sin duda, la grave crisis del limón que ha dejado cientos de campos repletos de este cítrico en el suelo y agricultores muy perjudicados económicamente es uno de los hechos más reseñables del 2024. ASAJA Alicante lo recordará como uno de los peores de su historia para los citricultores de la Vega Baja, comarca que representa el 65% de la producción provincial. “Los huertos olían a podrido porque los agricultores no pudieron darle salida comercial a su cosecha”. En cifras, el año pasado se superaron en Alicante las 500.000 t de producción, de las cuales más de 150.000 se quedaron en el suelo, un 30%. Y los que lo pudieron vender, lo hicieron sin cubrir costes, a 0,10-0,15 céntimos el kilo, “un auténtica desastre”.
Para evitar llegar a estos graves desajustes en la Cadena Alimentaria, José Vicente Andreu, presidente de ASAJA y agricultor de cítricos afectado por la mencionada crisis advierte que hay que estabilizar precios y hacer contratos para toda la campaña con cotizaciones rentables, pero moderadas, dejando a un lado las especulaciones.
Por su parte, la naranja ha experimentado dos partes muy diferenciadas en la misma campaña: bastante razonable en la primera mitad y desastrosa en la segunda, en la que los precios en origen sufrieron un repentino desplome de hasta el 40% mientras se mantuvieron altos para los consumidores.
Esta problemática también se extiende a otros cultivos: los bajos precios en origen lastran al agricultor, por lo que ASAJA Alicante ha exigido reiteradamente el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que las sanciones sean más estrictas y exista mayor vigilancia, así como la creación de un observatorio de costes que asegure la transparencia en la formación de los precios, garantizando que estos superen lo que los agricultores y ganaderos han gastado para producir.
Otro de los grandes caballos de batalla al que nos hemos enfrentado son las importaciones de terceros países: la naranja egipcia que aumenta sus envíos en un 319% y Sudáfrica también sube en un 45% respecto a 2022/2023. Y no solo eso, la entrada de plagas como el trips sudafricano ha causado daños en cítricos, uva y granada, entre otros.
“Rechazamos el acuerdo UE-Mercosur pues consideramos que nuestro sector vuelve a ser moneda de cambio para otros intereses económicos y exigimos la implementación inmediata de cláusulas espejo para garantizar reciprocidad en los estándares de producción”, asevera el secretario técnico de la asociación, Ramón Espinosa. Con esta alianza peligran los cítricos en fresco por la entrada masiva de naranjas y limones de países de Sudamérica. También tendrá repercusión en el zumo exprimido congelado o concentrado, pues entrará sin aranceles y podrá venderse al consumidor a precios muy inferiores a los del zumo nacional.
La sequía sentencia al secano: cultivos que agonizan
ASAJA Alicante afirma que la sequía avanza de tal manera que ya se ha convertido en un problema estructural, generando importantes descalabros económicos en todos los cultivos de la provincia y un creciente abandono de explotaciones agrarias, con especial incidencia en los de secano, que dependen de la pluviometría. Cada vez llueve menos y hace más calor en meses tradicionalmente fríos. Las consecuencias: reducción de calibres y alteración de floración de los árboles, causando importantes mermas de producciones.
El cereal alicantino atraviesa una situación más que complicada con una producción insignificante en 2023/2024 debido a la falta de lluvias y las elevadas temperaturas, un combo perfecto que hizo que la tierra estuviese excesivamente seca y no se haya podido desarrollar la siembra.
“El estrés que atraviesan las plantaciones de uva de vinificación ha dejado este año la cosecha más exigua de la historia de la DOP Vinos de Alicante desde que se tienen registros: 16 millones de kilos de uva, y ya partíamos de una cosecha mala en 2023 (18,8 millones de kilos de uva)”, ha explicado el vicepresidente de ASAJA Alicante, José Juan Reus. Por tanto, parece confirmarse una tendencia que requiere una actuación urgente por parte de la Administración.
El olivar alicantino ha registrado 3.675 toneladas, 51% menos que el año pasado, una cosecha en la que prácticamente no ha habido oliva por falta de agua. A pesar de ello, la superficie de olivar gana 570 hectáreas durante el último año a costa de otras plantaciones como las de cereales y cerezos, que vienen encadenando campañas nefastas.
La producción de almendra en la Comunitat Valenciana ha registrado una caída del 33% pasando de 6.702 toneladas, convirtiéndose con estas cifras en la región con mayores pérdidas de España. En Alicante, algunas explotaciones han reportado pérdidas de hasta el 100% debido a la ausencia de lluvias y al calor extremo que afectó tanto al secano como al regadío, sumado a plagas como la avispilla.
Las adversidades climáticas vuelven a castigar otro año más a la emblemática cereza alicantina, que ha resultado desigual según la zona de producción. En relación a este cultivo, cerramos el 2024 con la publicación de la orden para las ayudas a las explotaciones agrícolas de cereza en zonas afectadas por factores climáticos durante 2023. Esta petición ha sido una de las reivindicaciones que ha puesto sobre la mesa ASAJA Alicante a los diferentes equipos de gobierno que han ostentado el cargo en la Conselleria de Agricultura. En este sentido estamos satisfechos, pues supondrá un balón de oxígeno a estos productores que acumulan seis malas cosechas.
Ganadería
Por otro lado, en febrero se detectó el primer foco de Lengua Azul en una explotación ovina de Orihuela, por lo que se activó un protocolo urgente que incluyó la vacunación obligatoria de todos los animales mayores de tres meses de edad de las especies ovina y bovina del conjunto de la provincia de Alicante (voluntaria en caso del ganado caprino) donde más de 55.000 animales recibieron la esperada dosis, el 100% del censo, dándose por finalizada la campaña de inoculación en el mes de abril.
Juan Luis Gimeno, ganadero y vicepresidente de ASAJA Alicante denuncia que la inestabilidad de los precios de la leche, los altos costes de producción y la sequía, factores agravados por la guerra de Ucrania. “Debemos centrarnos en lo que sí puede cambiar: las trabas burocráticas, los impedimentos políticos y la falta de rentabilidad”. Si los ingresos escasean, la presión fiscal debe disminuir.