Poemas anarquistas de Ángel Padilla
QUE LA PALABRA SEA
Que la palabra sea.
Que la palabra vuelva.
Que torne a iluminarse.
Que sea.
Y como el haz de luz
que escriba en este folio del mundo
y lo que digamos hoy
sea superior
a
lo existente.
Y lo venza.
*
En la tierra me perdí
y en la tierra me encontré.
Nunca pienses que estás sola.
Tú, yo y ella somos tres.
*
YO LLAMO A UN MUNDO
Yo llamo a un mundo en que las mujeres
no tengan que tener miedo de los hombres,
los animales, de los humanos,
los humanos, de llamarse animales,
los países, de disolverse en pueblos,
los pueblos, en individuos,
los individuos en tierra
y la tierra en libertad.
*
TU ERROR FUE
Tu error fue
tapar el viento con paredes,
esconderlo todo tras paredes, ocultarlo todo tras paredes.
Tu primera traición, al viento.
Tu error fue
levantar la frente cuando te viste vestido,
los sastres y los clérigos te dijeron: Eres superior.
Tu segunda traición, a la verdad.
Tu error fue
cubrir de asfaltos las sendas y caminos,
tapar con himnos todos los silencios y pintar sábanas de colores
delimitando lindes con amos, viviendo en Sociedad,
tu tercera traición fue a la tierra.
Traicionaste al mundo
enjaulando a los otros,
a las otras, ellas, ellos
que, como tú, no se vistieron.
Ni se alejaron.
Ni te siguieron en un rumbo hacia una mentira que hasta día de hoy sigue variando su argumento.
Numerosos y fatales fueron tus errores.
Todo por estar más alto. Todo por gobernar la Tierra. ¿Y ahora qué?
Es como estar parado en un desierto blanco.
Necesitas un poeta que escriba algo en él, para que te salve.
Ya no hay discursos. Te perdiste.
Los limones sólo los ves en el supermercado.
Sólo visitas la mar en agosto,
ves las montañas en las fotografías.
A la cebra en el zoo.
¿Y ahora qué?
Si todo lo redujiste a tu condición, a tu plan imperfecto,
a tu error.
Ya no sabes leer en la hoja del campo. Te ofrezco un camino,
te hablo desde una desnudez.
Quema esa ropa. Quema tu casa. Quema tu nombre
y conversa de nuevo con las olas.
Apoya tu frente en el tronco del árbol
y escucha la oración que ya olvidaste.
*
Es de todos esta tierra
y no existen las fronteras.
El campo no tiene puertas
ni mi corazón banderas.
*
REVELARÉ MI NOMBRE
Mírame, carcelero. Soy todo lo que temiste. Ya entendí.
Todos los nombres que le pusiste a la tierra
son falsos.
Patrias, Países, Naciones, Reinos, Territorios…
y sólo hay una única Nación, el Corazón.
Mi Defensa, mis manos.
Mi credo, el amor.
Mi territorio, todo.
El nombre mío lo diré al final.
Mira, gobernante. Ya no existes para mí. No eres nada.
Porque sé
que mi sangre es un pueblo.
Mis vecinos, aquellos que respetan que soy árbol,
que soy mares y cielos,
que soy voz y faro de todas las criaturas vivientes.
La mano que rompe todas las jaulas.
No tengo himnos, mira mis ojos.
No hay que rezar, andemos.
¿Temor? ¿De qué? Si esta hierba es eterna...
Enciérrame tras barrotes y te perderás.
Intenta callarme y te sentirás triste en la noche.
Podrás desgarrar con centuriones mis confines, y luego llorarás.
Al fin puedo decir mi nombre.
Dile a los demás esta canción
que los liberará.
No hay más tiempo, hemos de mostrarnos. Pues somos lo verdadero.
No ha habido verdad más cierta y más esperada.
Echa a volar, sonríe, nada firme.
No me temas, soy tu amigo:
Mi nombre es Tú.