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Por Ángel Padilla
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El niño fantasma que se asoma a una tele

    FOTOS
    El niño fantasma que se asoma a una tele- (foto 1)

    No hay mucho que contar sobre esta historia. Es más lo que dice la fotografía que se publica en este artículo.

    ¿Cómo se consiguió tal fotografía?

    Una amiga me la mandó hace, creo recordar, unos dos años. Me pidió que la observase en secreto, porque ni su marido ni ella sabía lo que era aquello que se asomaba de la televisión de su casa, que quedó reflejado en la instantánea cuando mi amiga tan sólo quería fotografiar a su hijo en la trona, y según me detalla en la televisión en ese mismo instante en que realizó la foto, se proyectaba un DVD de los Lunnis, que acababan de comprarle al niño.

    Tal DVD formaba parte de un grupo de tres DVDs de dibujos de los Lunnis, que iban unidos en un único paquete mediante un plástico.

    Ocurrió la cosa así. Llegaron de la compra. Dejaron las cosas en la cocina, abrieron el plástico de los tres DVD y pusieron el DVD nº 1, en que los Lunnis comenzaban sus aventuras, coloridas y animadas.

    Es importante destacar que mi amiga -que es una persona que conozco de hace muchos años y doy fe de su extrema seriedad- asegura que en el momento en que realizó la foto escuchaba a los Lunnis y veía a los Lunnis en la televisión.

    Pero lo sobrecogedor es que cuando al día siguiente observaron la fotografía vertida al ordenador, lo que vieron en la televisión no se correspondía para nada con lo que tanto el niño como ella miraban en la tele en ese momento. ¿O el niño veía lo que quedó reflejado en la instantánea, esa especie de niño diabólico que se asoma sonriendo tenebroso, burlón, y que parece mirar especialmente al niño, y también a todo el que observe la fotografía?

    Mi amiga no sabe qué ha ocurrido aquí. Como ella dice, la cámara fotográfica debería haber inmortalizado algún momento de las escenas de los Lunnis que en ese momento sonaban en la cocina y se veían en la tele. Más no fue así. Quien lea estas líneas puede pinchar en la foto que publicamos y verá qué es lo que aparece desde dentro de la televisión: un niño fantasmal que desde un ámbito lúgubre y marchito, como decimos, parece adoptar la postura más óptima -aunque aparentemente incómoda- para asomarse correctamente hacia lo que sería "el exterior" de la tele.

    Mi amiga y su marido mandaron la foto a la revista "Año Cero". Cuyos expertos respondieron que no observaron indicio alguno de montaje, para finalizar su comunicación diciendo que no sabían explicar qué era aquello.

    Como estudioso que soy de la parapsicología seria, durante toda mi vida, conozco el fenómeno de la psicoimagen, pero ésta sólo se manifiesta a través de un canal muerto de TV, nunca se monta encima de una emisión de un DVD proyectada desde un aparato proyector de DVD. Las psicoimágenes no suelen tener tanta claridad, aparecen en grises y nunca con tanto color como la escena que nos ocupa.

    Conozco también el largo historial de fotografías que se han realizado durante todas las épocas y por todo el mundo sobre el fenómeno "fantasma".

    Como con la psicoimagen, los fantasmas recogidos por las cámaras de fotos, no se registran con extrema claridad. Mucho menos con el bulto y color con los que se muestra el que llamaremos para entendernos "el niño demoníaco", pues eso parece ateniéndonos a su aspecto, a su dentadura hipertrofiada e irregular. Si se observa con cuidado, con una mano señala a dos agujeros en esa hierba obscura y tenebrosa. Son dos agujeros que podrían ser dos pisadas, o ¿qué cosa? No se sabe.

    El niño va vestido de colegio, con camisa blanca larga y chaqueta larga encima de ésta; en cambio, pantalón corto y zapatillas tenis.

    Es todo un absurdo.

    Eso es todo lo que coincide con los hallazgos de la parapsicología seria. Que lo que se encuentra suele venir dentro de carriles del absurdo.

    Publico la foto por si alguien puede arrojar algo de luz sobre el asunto.

    Sólo puedo decir por último que tanto mi amiga como su marido sintieron un malestar enorme al ver la imagen, un terror ignoto. La guardaron largo tiempo como quien oculta algo que no entiende y que incluso presiente que representa algún peligro.

    A quien quiera que se la he mostrado en confianza, ha sentido un mismo nudo inusitado de pavor y desagrado al ver a este niño, tal parece que desasosiega en lo más interno de nosotros, ¿cómo y por qué?

    No lo sabemos.

    Mi hermano estudió la fotografía con programas para ello y me relató que mientras la pasaba por distintos filtros, para verle el bulto, las sombras, la composición, las texturas, todo aparecía como "al revés" de como se manifiestan los componentes de una foto normal. Y que cuando realizaba estos experimentos en su casa escuchó como voces de niños en el comedor -estaba solo- y se le apagó e hizo cosas rarísimas el pc, incluso emitió sonidos, pitidos, que nunca había hecho. Se apagó la luz del comedor y terminó dejando de estudiar la foto. Llegó a sentir un miedo muy real.

    La casuística de los fenómenos paranormales contiene ese elemento común: que al grabar psicofonías, al entrar en un lugar donde se produce un poltergeist, apariciones, encantamientos, etc., los aparatos suelen fallar o estropearse.

    ¿Por qué nos mira como nos mira esa cosa? ¿Por qué se ríe en esa forma? ¿Qué hay tras los velos de lo que no captamos con nuestros limitados sentidos, y por qué suele proyectarse en forma tan insoportablemente temible?

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