Juegan con una gata a fútbol como si fuera una pelota
El hecho ocurrió en el pueblo de Pegalajar, Jaén.
"Es un pueblo chico", me cuenta la mujer que intentó salvar a la gata, a pesar de que una vez llegó al veterinario le dijeron que no había solución, de lo mal que estaba.
Cuenta Marilyn Serrano en la página "Animales perdidos en Jaén" que fue a Pegalajar por la noche. "Cuando nos dispusimos a aparcar cerca de la Charca había una gata enferma, abatida y muerta de miedo."
Preguntó a los vecinos sobre la gata y le dijeron que es abandonada y que está así "por unos salvajes". Le indicaron que a esa gata la llaman "la pelota del pueblo". Que "gente adolescente, edad madura y algunos ancianos le han dado golpes y pegado con un cepillo, al grito de que 'tiene el coronavirus'".
Mi confidente, a la que llamaré M. en adelante, fue quien llevó a la gata a una clínica veterinaria de Jaén, donde ésta a los pocos días e intentando vivir acabó falleciendo de un ataque al corazón.
La persona de Pegalajar que contactó con Mercedes para ver si se podía hacer cargo de ella le contó que en tal pueblo era común envenenar gatos y que hace muy poco han matado a todos los gatos del instituto.
M. dijo que denunciaría los hechos al Seprona. Pero las intermediadoras, tanto la alimentadora como la chica que puso la nota de petición de ayuda para la gata en facebook, le rogaron no denunciara, porque decían tenían mucho miedo de represalias. Pero M. va a denunciar, está convencida de ello, se lo prometió a la gata, me cuenta. Está a la espera de los informes veterinarios para adjuntarlos a la denuncia, informes que no entiendo cómo le tardan tanto en mandar.
Inicialmente cuenta M. que la primera noticia que tuvo sobre la gata era que le dijeron que "había pillado veneno". Cuando quedaron con ella para entregársela era cuando le indicaron a M. que "estaba mucho peor". M. resume que: "la gata era un trapo, tenía caquexia, estaba muerta de miedo, tenía la boca llena de mocos y de babas, y esa noche me entero de que la gata es la pelota del pueblo." (Mercedes toma aire porque todo esto ya me lo cuenta llorando. "Ese pueblo tiene fama de maltratar a los animales... "Me dijeron que la gata está para dormirla".
M. intentó no obstante curarla pagando los gastos que deviniesen de un desesperado intento de sostenerla en la vida. El milagro parecía estar produciéndose, la gatita "remontó a los pocos días, engordó algo y jugaba y comía. Pero... un lunes por la mañana me llamaron para decirme que le había dado un infarto."
"Esta infeliz le han tenido que dar en la cabeza porque estaba neurológica. Fui a denunciar y por pasarme una hora del horario el Seprona me dijo que volviera al otro día. El informe veterinario no me lo han dado. Y sin él todavía no puedo denunciar."
"La gata se murió, me pegué una panzá de llorar". El lunes amaneció muerta de un paro cardíaco.
(a M. no se la entiende casi de la intensidad del dolor en su llanto). En el pueblo todo el mundo sabe lo que pasa con los animales, y lo que pasó con la gata. Y nadie hizo nada. Me duele la boca de herpes de llorar. Ese pueblo es una mierda y Andalucía una mierda. Le voy a pedir el dinero de las facturas al ayuntamiento de Pegalajar. Y mientras me quede una luz de vida, Ángel, voy a luchar por los animales. No es justo, no sé qué más decirte, que lo único que quiero es justicia, el dinero no me importa. Es injusto cómo tratan en España a los animales, en Andalucía a los animales. Y no pueden hablar ellos como tú y como yo. Ningún animal merece morir maltratado, ni perro ni gato ni caballo ni ninguno."
"Yo soy una particular y me siento sola porque ayudo mucho. Porque aquí hay manifestaciones antitaurinas, yo voy a todas. Jaén tiene 100.000 habitantes y vamos sólo diez personas, y mientras no nos organicemos toda la gente, o hagamos una manifestación todos los meses, esto no va a cambiar, te lo digo de verdad."
"Y voy a denunciarlo solo por la gatilla, le puse Pegui, porque el pueblo es Pegalajar, sin saber toda la mierda que había dentro; le tenía que haber puesto Ase, de Asesinos. Y me siento fatal de que se haya muerto la gata. Porque aquí en Jaén todas los gatos se están muriendo. No tenemos método CES, no tenemos carné de alimentadores, no tenemos de nada. A las siete y media he quedado con una amiga ahí a la carretera antigua de Granada, porque si no le llevamos algo a los gatos que hay allí se mueren de hambre. Y muchas gracias por creer en mí y por ayudarme."
Elperiodic.com aclara: Manuel Carrascosa Torres, Alcalde de Pegalajar, ha hecho llegar esta respuesta tras las acusaciones vertidas a la localidad en este artículo firmado por Ángel Padilla.
