La noche de las telepizzas
El domingo 26, a las 21,30 circulaba yo en dirección a mi casa y he de constatar que Burriana, a esa hora estaba vacía de viandantes y de coches. En mi trayecto tan solo me encontré con cuatro repartidores de telepizzas, circulando, como siempre, a toda velocidad.
Es evidente que todos los ciudadanos se encontraban, a esa hora, sentados en grupos o en familia ante el televisor a la espera de conocer los resultados electorales.
Abiertas las urnas ha quedado claro que Pedro Sánchez, el “ocupa”, el político que logró enfrentarse al aparato de su partido con éxito, ha sido el claro ganador y el hombre que ha logrado que la socialdemocracia, que muchos daban por muerta, siga viva. Fue el indiscutible ganador y su onda expansiva ha llegado hasta autonomías, ciudades y pueblos, frenando a la vez a la extrema derecha y dejando fagocitado el ascenso de Pablo Iglesias a los cielos, a lo que el líder de Podemos ha ayudado al mostrarse incapaz de controlar su ramillete de guerras internas.
A la vez, Sánchez ha dejado mudo al líder de Ciudadanos. Un liberal, solo de nombre, abrazado a ideas de la extrema derecha y compitiendo con Casado por tomar como suyas las ocurrencias de Vox.
A nivel local Mª José Safont se ha beneficiado de la onda sanchista y se ha apropiado de los éxitos de un tripartito que, bajo su mandato, ha funcionado a la perfección con el puntal de un extraordinario Vicent Granel volcado en su área cultural y un Podemos que impulsó la transparencia y la participación ciudadana ( desde donde salió por votación popular la idea de construir la avenida al puerto) y que ha sufrido el castigo de sus enfrentamientos, la dimisión de su cabeza de lista y su sustitución por un nuevo líder apagado y con escasa empatía que no ha sabido vender lo que Christopher Del Moral impulsó.
Considero justo el ascenso del PSOE, injusto el enorme castigo a Podemos e injusta la bajada de votos de Compromís, a la vez que quiero atribuir la muerte de Mariola y su CIBUR a su intento de situarse en el espacio electoral de Ciudadanos y su escasa humildad en la forma de exponer sus argumentos, precisamente todo lo contario que ha hecho María Jesús que logra mantenerse.
Otro premio que aun siendo bajo, yo considero excesivo, ha sido el dado a Vox, un partido que se ha presentado sin programa electoral y con un líder al que he visto expresarse, en entrevistas a este medio, solo con vaguedades.
El nuevo previsible gobierno de PSOE-Compromis, empieza su ciclo con caras nuevas en un periodo en el que el PP de Juan Fuster, deberá reflexionar mucho para apuntar mejor en su tarea de oposición.
Añado, finalmente, que el día de la última jornada electoral tuve que llamar al concejal Bruno Arnandis para decirle que la depuradora, desde las siete de la mañana olía que apestaba. Me dijo que iban a hacer algunas inversiones y que trasladarla vale cinco millones. Le respondí con una pregunta ¿y cuanto valen cinco kilómetros de costa? Seguramente que no es caro ganar 5.000.000 de metros cuadrados para Burriana pagando el precio de un euro el metro cuadrado.
Al día siguiente, en jornada de reflexión, la depuradora seguía oliendo y al día siguiente al de las elecciones, las aguas de la acequia del Palau, otra vez, apestaban.
Son estos temas medioambientales, que nos afectan a todos, en los que quienes van a estar en el Consistorio y quienes se han quedado fuera, deberán reflexionar y mucho porque “lo verde”, es decir la preocupación por los temas ecológicos no es asunto baladí. Todos deberán/deberían implicarse aunque a los votantes les cueste concienciarse, como deberían, sobre ello.