Curioso país
Por más que recorro nuestra geografía patria, no deja de sorprenderme el ingenio de las gentes que lo habitan. En ocasiones se suple la falta de expresión, con vehementes mensajes de sabiduría popular.
Hoy vengo dispuesto a mostrarles, siete pequeñas pinceladas, sin ánimo de ofender a quienes las idearon, con dosis de humor, respeto y beneplácito de los lectores.
En mi recorrido a pié por el Camino de Santiago, acompañado del amigo y también columnista Juan Pascual, a la llegada al pueblo riojano de Cirueña, nos encontramos con la placa de rotulación “callejera” que pueden observar:
¿No podían haber bautizado la calle, con cualquier otro tipo de nomenclatura? ¿Cómo habrá que llamar a los habitantes que vivan en sus casas? Ahora que podemos cambiar los nombres y apellidos de los españoles, será fácil modificar el nombre de las calles, supongo. A no ser que se trate de una costumbre de la zona, creo que el consistorio no estuvo acertado en esta ocasión, ¿no les parece?
Más adelante, ya en provincia de Burgos, entre Villafranca Montes de Oca y Zalduendo, se encuentra el Puerto de La Pedraja. Sus 1130 metros de cota, están coronados por un sobrio monumento, dedicado a unas personas que fueron asesinadas durante la guerra civil. Aquí el humor de que les hablaba, debe ser sustituido por la inteligencia, la cordialidad y las ganas de aglutinar la razón con las palabras. Es la inscripción más bella por su sensatez que he podido leer, en cualquier monumento de esta índole.
No puede ofender a nadie que se considere gente de bien, aunque en ocasiones las palabras sabias, hacen mella en mentes retorcidas.
Pero sigamos nuestra andadura y adentrémonos en la colorista comunidad de Andalucía, donde la imaginación irónica desborda a la jerga y retórica populares. En una de las paredes, de un edificio oficial de Granada, cerca de la Catedral, se podía leer la siguiente pintada:
Seguramente ya habrá sido limpiada, tras el colapso del teléfono por el número de llamadas de los solicitantes. Como dicen por esos andurriales, “es que la cosa tiene guasa”.
Debe ser un edificio muy solicitado por los “grafiteros”, pues si observan atentamente la pared, aunque haya sido limpiada en varias ocasiones, aún se puede ver restos de anteriores “mensajes” reivindicativos.
Les recomiendo que si no lo han hecho, vayan a visitar la comarca de la Alpujarra, tanto granadina como almeriense. No se van a arrepentir y me lo agradecerán. No dejen de pasearse por los pequeños pueblos encalados que penden de las laderas de Sierra Nevada, degusten los típicos manjares de la tierra y no se olviden de beber, el agua de la fuente de Cáñar (con acento en la primera a).
La higuera que aparece al fondo es pura coincidencia, no crean que se trata de un truco de “photoshop”, para decorar el entorno. Perdonen la gramática y ortografía de la inscripción, pero es que los alpujarreños hablan de ese modo. Se trata de una copla popular que se pierde en el tiempo, aunque no hay que olvidar que esa forma métrica gramatical, derivada del zéjel, fue inventada en Valencia durante la época islámica.
¿A ver si resulta que nuestra típica socarronería valenciana, también deriva de los genes humanos de esa floreciente época?
Ya puestos por estas tierras, en la popular calle de Caballeros del “cap i cassal” (no confundir con Castellón), pendido del cristal de un humilde bar, aparecía esta curiosa oferta de trabajo temporal. Fíjense bien en su totalidad que no tiene desperdicio.
Como dice nuestro refranero español, pienso que para este viaje no hacen falta tantas alforjas. Si para trabajar unos días de camarero, hay que entregar el Currículum vitae del solicitante, ¿por qué no hacen lo mismo con los que se presentan para concejales?
Les repito, se trata de un bar sencillo. No es para el Eurostars, el Meliá Palace o el Palau de la Mar. ¿Qué esperan que se presenten licenciados, doctores o personal con másteres de la restauración? Como ahora se dice, ¿no se han pasado cuatro pueblos?
Aprovechando que hemos nombrado a la clase política y volviendo a la Alpujarra granadina, parece ser que en el pueblo de Carataunas también “cuecen habas”, ¿no les parece?
Luego dicen que la Comunidad Valenciana es la más corrupta. Estos nos ganan de goleada. Aquí “presuntamente” están implicados, el clero, un concejal, el ayuntamiento, la Delegación Provincial de Carreteras y “otro”. No sé de quién se trata, pero debe ser un pez muy gordo o como mínimo algún alto dirigente gubernamental.
Si es que resulta que la corrupción inmobiliaria, ha terminado afectando hasta a las ermitas.
Para terminar, un ejemplo de lo que se llama en nuestro país, “tomarse la justicia por su mano”. En la pared del cutre frontón municipal de Villarroya de la Sierra, en la provincia de Zaragoza, junto a la N-234, pude retratar esta interesante “recomendación” a los automovilistas.
Pudimos continuar tranquilamente nuestro viaje, pues dejamos el coche aparcado en la misma carretera. ¿A ver quién era el guapo que se arriesgaba a aparcar en el frontón, ante tan explícita amenaza? No hay que olvidar que los aragoneses son muy suyos y los de Villarroya, aún más.
Al fin y al cabo, lo que han visto es lo que hay. Piensen que si no les ha gustado la realidad de nuestro país de las autonomías, cualquier parecido con su verdad es pura coincidencia.
Es que igual Paco Ventura que tu solteu els versets com si foreu fumadors: aire cap a dins verset, aire cap a for un altre verset. Cada u val per a una cosa i el vostre art esta a la vista.