La hora del PSOE y la de Podemos
A pesar de las dudas de algunos, y de las convicciones de otros. Es prácticamente imposible que Mariano Rajoy no salga con el apoyo del próximo Comité Federal, donde en principio tendrá lugar la escenificación ya prevista para ese día.
Los trabajos del Presidente de la Gestora, con sus declaraciones que han sido "todo un primor" así como las de Susana Díaz, hacen esperar que el segundo acto de la obra teatral: "Acabar con Pedro Sánchez" cuyo autor no se ha visto muy ducho en eso de escribir la obra. Vaya a acabar como es de esperar, aunque eso no figure en el "Planing pre-elaborado".
Si, vamos a conocer un acto, en el que los mismos miembros de ese órgano de dirección, que hace dos semanas votaron por mayoría echar a Pedro Sánchez, secundarán la propuesta de abstención a la investidura de Mariano Rajoy.
Lo que no parece que esté tan claro, es cuando se establezca la línea roja que diferencie a cuantos van a defender el ¡NO! en el Comité y en el Congreso de los Diputados, y quienes ahora cambiaran y saltaran esa línea roja ?por supuesto- y se pronunciaran por la abstención.
Y aunque se apele al respeto de las decisiones del Comité, yo estoy convencido que va a ser así, y no nos debe sorprender a muchos que, como yo, seguimos indignados por las consecuencias de ese golpe de Estado que se perpetró en Ferraz hace 15 días.
Y esa división socialista, de unos a un lado, en contra de la abstención, y otros a favor, van a ser los resultados con los que se va a saldar la reunión del Comité Federal. La reunión terminará con los miembros que componen el Comité Federal, divididos, enfrentados. Y esa división es, y será de tal calado que perpetuará más allá del día de la investidura de Mariano Rajoy.
Ese día se va a repetir la división socialista. Pero el problema, no va a ser que tengamos de nuevo al Gobierno de Mariano Rajoy, presumiblemente cuatro años.
El gran problema, además de la legislatura que nos aguarda, va a ser ¿Qué política va a llevar a cabo el PSOE, desde las bancadas de la oposición?
A mí me parece muy difícil ? no quiero pecar de pesimista ?diciendo que es imposible, que el PSOE vaya a ser el núcleo central de la oposición de izquierdas en el Parlamento.
Porque esa división, no se va acabar con el nombramiento del Presidente y de su Gobierno. La división y confrontación socialista no se va a terminar de la noche a la mañana. La unificación de los barones discrepantes y el resto de militantes del partido, solo será posible cuando el PSOE vuelva a ser nítidamente a los ojos de los españoles la alternativa de izquierda, progresista y reformista que necesita este país.
Y lograr que el PSOE alcance este reconocimiento ciudadano, va a necesitar un largo camino para superar divisiones, enfrentamientos que han producido heridas no fáciles de estañar con una tirita de la farmacia.
Porque la crisis que se ha provocado es la contraposición de dos formas claramente diferenciadas de practicar una acción política del PSOE: Siendo un partido de izquierdas, independiente y autónomo frente a los partidos de la derecha neo-liberal como el PP, o siendo el complemento para que siga gobernando la derecha.
Y esa disyuntiva, va a determinar creo yo, la necesaria refundación del PSOE. Será doloroso, pero el PSOE refundado sobre la base de ser de izquierdas y progresista ya cuenta con esa inmensa mayoría que está defendiendo el respeto a su voz y a las decisiones de un Congreso Extraordinario.
Y como Susana y Cía., no están por esas. Las divisiones de hoy se van a transformar en una ruptura y una refundación del PSOE, para el Siglo XXI.
Y como en el horizonte, no hay nada, por más que me empeñe, en divisar que pueda impedir esa refundación. Creo que se dará en su momento.
Y a la derecha no le importará ni lo más mínimo esos desgarros del partido centenario de Pablo Iglesias (El de la chapela, el abuelo), porque en el fondo, gobernar con una "izquierda populista", la del otro Iglesias, va a ser incluso celebrado por el PP.
En ese marco político, Podemos va a poder aparecer como una referencia que hasta ahora, no lo ha sido desde al menos los resultados del 26-J.
Si su objetivo fundacional era terminar con el bipartidismo que había dominado la escena política española en los últimos 40 años, parece que ha llegado. Al menos gracias a la crisis del PSOE.
Pero yo estoy convencido que Podemos no va a ser capaz de gestionar con éxito esas circunstancias que se les ha aparecido de improvisto. Como un milagro que les acerca al Cielo.
Creo que Podemos va a quedar reducido a un partido "Muy, muy de izquierdas", pero que no será nunca un peligro para "los poderes facticos", que son los que aún siguen mandando.
Ahora mismo, Podemos ya está viviendo su división, su lucha interna, que no solo es la lucha por el poder en la organización, Iglesias o Echenique, sino la lucha por desarrollar un partido serio y pegado a tierra, o un partido autoritario, ultraizquierdista que no dará miedo a nadie, en todo caso no serán un peligro para "los poderes fácticos".
Y va a estar claro, que según triunfe una opción u otra de partido, y definan que quieren ser cuando sean mayores y con qué programa se presentan a la sociedad. Eso va a plantearles problemas nuevos y muy serios, como es el entendimiento con las confluencias, cuya vocación de ir por su cuenta es cada vez más clara. Porque en el fondo, fueron engañados por Pablo Iglesia que les ofreció que figurarían con Grupo propio en el Parlamento y eso el de la coleta sabía que no podía ser.
En resumen, que a Podemos ya les llegará su San Martín. Una pena, dos partidos y dos crisis. La del PSOE y la de Podemos.