Estrategias posibles e imposibles
Cuando faltan pocos días para el 26-J, los líderes de los partidos políticos, están fijando sus posiciones estratégicas. Unas serán posibles y otras no, como es natural serán un fracaso.
También las encuestas, las declaraciones de unos y otros con manipulaciones de todo tipo que no faltan, están influyendo en la creación de un clima electoral, que no deja ver con claridad los resultados que vamos a extraer de las urnas el citado día. La incertidumbre va seguir siendo la incertidumbre hasta la apertura de las urnas y el recuento correspondiente.
Mariano Rajoy, quiere eliminar obstáculos dice, pero se ha dirigido a Bruselas ofreciendo su disposición a realizar más recortes si se lo piden. Vaya forma de eliminar obstáculos.
En el fondo, para Mariano Rajoy el único obstáculo mayor que tiene – en mi opinión- es el PSOE y las posibilidades de que Pedro Sánchez pueda obtener un resultado más que satisfactorio y junto a los apoyos de otras fuerzas, pueda esta vez ser investido Presidente del futuro Gobierno. Ese es uno de los tantos obstáculos que tiene Rajoy.
Y para eso, nos va a hacer una campaña aburrida, nos va a dormir escuchándolo –quien lo escuche -. Hablara de futuros pactos, de engañifas para ganar y poder gobernar, sin hacer nada de lo que ya nos hizo en la legislatura en la que gobernó, y eso ya lo conocemos los españoles.
Por eso no quiere broncas que le impidan continuar en la Moncloa. Y hasta está barajando acuerdos con Ciudadanos a pesar de las verdades como puños que Rivera le lanzó desde la tribuna de los diputados. Y hasta sigue soñando con el gran acuerdo con el PSOE, a pesar de las reiteradas negativas argumentadas que con las que le ha respondido Pedro Sánchez. O con los dos Ciudadanos y PSOE.
Rajoy, ¿Quién dijo miedo? Vergüenza es lo que hay que tener, pero ese producto usted lo necesita a toneladas. La demagogia nos la va a ofrecer a capazos. Una estrategia imposible, que vaya a conseguir buenos resultados, a pesar de lo que digan.
Porque en Andalucía, la estrategia del PP no coincide con la brecha entre Rajoy y Rivera, ya que el dirigente de Ciudadanos, Girauta ha comparado, con mucho acierto creo, a Rajoy con aquel Presidente Arias Navarro, de triste recuerdo, que el Rey Juan Carlos lo tuvo que descabalgar de la presidencia del gobierno, por ser más franquista que el mismísimo Caudillo, y que fue un obstáculo para la restauración de las libertades y la Democracia.
Desde Podemos Pablo Iglesias sigue con la estrategia de siempre, el “sorpasso” para acabar con el PSOE, y si no puede se contentará. Digo yo, con llevarlo a la insignificancia como ha sucedido en Grecia con el PASOK que es la referencia preferida de Podemos en su estrategia. Una vieja estrategia del señor Anguita, que fracaso en la década de los noventa, y ahora va a repetir la hazaña.
Pero en estos meses de legislatura fallida, algo hemos aprendido ó nos queda por aprender.
En primer lugar, que se ha confirmado que la flema de Mariano Rajoy, no tiene límites. Sinceramente escucharlo y soportar sus medidas de Gobierno, es ya inaguantable. Su cachaza, su tardanza y lentitud que se asimilan a la velocidad de las pirámides, a la hora de gobernar, se merecen una jubilación el 26-J, y que descanse y nos deje en paz a los españoles.
En segundo lugar, ha quedado claro que hay dos líderes, uno de la derecha Albert Rivera, líder de Ciudadanos, y otro de la izquierda Pedro Sánchez del PSOE, que han sido capaces de entenderse y ponerse de acuerdo, al menos en 200 medidas cediendo el uno y el otro para llegar a un acuerdo. Un acuerdo positivo y posible de aplicar si Pablo Iglesias y sus fans, no hubieran votado junto a Rajoy en contra de la investidura de Pedro Sánchez.
Y en tercer lugar, que el único interés real de Podemos es comerse al PSOE, después de merendarse a IU.
A mí me parece que Pedro Sánchez y el PSOE, hacen bien en pararles los pies a Pablo Iglesias y su estrategia, porque una vez más las cosas han quedado claras: Podemos es un partido “Populista ultraizquierdista”.
Y como el PSOE, es un partido socialista, cada uno de ellos tienen un origen distinto, su ideario y sus principios quizá coincidan en algunos puntos. Pero para que haya un Gobierno con el que se pueda gobernar, sería necesario que ambos pudiesen entenderse, no tendría que quedar nítidamente uno por encima del otro, porque si no seguiría compitiendo Pablo Iglesias a cara de perro, en una lucha agónica, por superar eternamente al PSOE.
Y esa estrategia de ir comiéndose a IU, y después al PSOE a quién beneficia es al PP. Y después nos vendrá la pinza, como antaño fue PP-IU, con una variante PP-Podemos.
Nos quedan unos días, y hasta el 26-J vamos a tener por delante estrategias posibles e imposibles. A los españoles nos toca diferenciarlas y votar otra vez, vayamos a hacerlo y afilando la puntería y si es necesario –y lo es – orientemos nuestro voto para evitar otra legislatura fallida como la del 20-D. Eso es lo mejor para los españoles y para nuestro país.